Gira derecha ras, cuidado izquierda, cambio pronunciado rasante… no, no es el circuito del Jarama sino la ya ‘internacional’ M30. De hecho corre el rumor entre las malas lenguas de que
El tiempo se le echa enca a Gallardón y aquello parece que no avanza. Las grúas, hormigones y demás maquinaria se pierden en el horizonte mientras el Manzanares continúa con las entrañas abiertas. Cuesta creer que las obras vayan a estar finalizadas en marzo, mucho que el alcalde lo haya asegurado activa y pasiva, la últa vez la semana pasada en Antena 3.
Y es que la zona se encuentra envuelta en malos humos, y no precisamente el de los coches sino el de los sufridos conductores que atraviesan cada día esta polémica carretera madrileña jugándose, en la mayoría de los casos, la vida.
Atascos, ruido de bocinas, camiones que van, camiones que vienen y polvo y más polvo. La apuesta ha sido muy elevada y los órdagos en muchos casos se pierden. Gallardón se ha jugado la legislatura a una sola carta,
En fin, pongamos que hablo de Madrid…
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