Existen estudios que indican que un consumo moderado de cerveza o cannabis podría frenar el desarrollo del alzheer. Es una realidad. Pero muchos medios utilizan este tipo de noticias para dar un enfoque atractivo al problema buscando la sonrisa fácil y la reacción inmediata. No es difícil aginar a un anciano fumando hachís o a una señora bebiendo una jarra de cerveza tras leer estas informaciones. No obstante, la verdadera solución está lejos de los titulares sensacionalistas y más cerca de las investigaciones científicas. ¿La verdadera solución? El ratoncito ‘Happy’. Existen estudios que indican que un consumo moderado de cerveza o cannabis podría frenar el desarrollo del alzheer. Es una realidad. Pero muchos medios utilizan este tipo de noticias para dar un enfoque atractivo al problema buscando la sonrisa fácil y la reacción inmediata. No es difícil aginar a un anciano fumando hachís o a una señora bebiendo una jarra de cerveza tras leer estas informaciones. No obstante, la verdadera solución está lejos de los titulares sensacionalistas y más cerca de las investigaciones científicas. ¿La verdadera solución? El ratoncito ‘Happy’. Como ha podido averiguar PRSalud, sin conocer la causa, no se puede hablar de ‘cura’ ni de ‘prevención’, a pesar de que la cannabis y la cerveza sean parches para el alzheer. María Jesús Morala, directora de comunicación de Como indica esta entidad, el tipo de investigación debe ser básica, subvencionadas con dinero público. Pero no todo está perdido. Un proyecto con ratones subvencionado el Ministerio de Educación y Ciencia y la obra social de Cajamadrid comenzó hace casi veinte años a investigar el tema y lleva ocho relacionando el ‘herpesvirus’, el culpable de las ‘pupas’ de los labios, con el desarrollo del alzheer. Pero no es tan sencillo, no hay que asustarse. El doctor Fernando Valdivieso, catedrático de bioquímica y biología molecular de Además, explicó que la investigación ha demostrado en ratones que los factores riesgo como la edad y el sexo (femenino) facilitan la neuroinvasión del virus. Estas declaraciones son hipótesis que el ratoncito Happy se encargará de desenmascarar en unos años. La prueba definitiva será este analito que tiene en su cerebro insertado el ‘virus de las pupas’. Se espera que en dos años desarrolle la enfermedad y confirme que éste es el origen de la enfermedad. Lamentablemente los titulares de la prensa están lejos de las verdaderas soluciones, y muchas veces decisiones editoriales, prefieren publicar algún estudio efectista que busque una reacción pasajera del lector, en vez de entregar información verdadera. Seguiremos Informando…










