El avance en la construcción del anillo subterráneo, que distribuirá el tráfico en las cuatro torres que se levantan en la antigua ciudad detiva del Real Madrid, estará concluido ocho meses antes de lo previsto, es decir, para junio de 2007 y estará preparado para acoger la circulación prevista de 13.500 vehículos al día que generará este futuro centro financiero de la ciudad.
El anillo, de acceso público, estará enclavado bajo la manzana situada entre el paseo de la Castellana, la avenida Monforte de Lemos y las calles de Pedro Rico y Arzobispo Morcillo y ha requerido una inversión de 123 millones de euros, según explicó hoy el alcalde, Alberto RuizGallardón, durante una visita a las obras de esta infraestructura.
Con una longitud de 1.100 metros y forma rectangular, en la que sus lados más largos miden 450 metros cada uno, el túnel tendrá un solo sentido y contará con hasta cinco bocas de entrada y otras tantas de salida, y un míno de tres carriles de 3,2 metros de ancho y un gálibo de 4,5 metros. La construcción, que requiere excavar más de 655.000 metros cúbicos de tierra, ‘está muy avanzada y ya se han realizado el 45 ciento del total’, aseguró RuizGallardón.
RuizGallardón señaló que ‘con el fin de ahorrar molestias a los vecinos, se están aprovechando para ejecutar las estructuras, solidarias con las del propio anillo, del túnel transversal de la avenida de San Luis, así como de los túneles de acceso a los intercambiadores de transte público de plaza de Castilla y de la Estación de Chamartín’. Vinculado a la construcción del anillo distribuidor, está, además, la urbanización completa de la superficie: 27.000 metros cuadrados de aceras y 94.000 de calzadas.
El alcalde ha calificado de ‘solución inteligente’ la respuesta que su Gobierno ha dado a la movilidad de la zona donde se sitúa el anillo y que, entre otros objetivos, contempla rematar, junto a los túneles de Pío XII y el Nudo de la Paloma, el sistema viario EsteOeste, que unirá directamente el paseo de la Castellana con la M30 y con los ejes de Sinesio Delgado y Monforte de Lemos.
Esta nueva comunicación ha requerido prolongar el túnel Norte (que canaliza el tráfico desde la M30 y Pío XII a la Castellana), ya existente, así como construir uno completamente nuevo. ‘En total, este túnel’, apuntó RuizGallardón, ‘ el que circularán cerca de 25.000 vehículos diarios cuenta con dos bocas de entrada y otras dos de salida, a las que hay que añadir el ramal que desemboca en el lateral de la Castellana’.
El túnel Sur, una vez conectado con el nudo de La Paloma y con este anillo, tendrá una longitud de 1.629 metros. En su construcción se están empleando sistemas que permitan salvar las dificultades que entraña su discurrir debajo de las vías de la Estación de Chamartín o las galerías del Canal de Isabel II.