Desde 1981, cada mes el público ha podido dar respuesta a sus inquietudes leyendo los artículos de la revista de divulgación científica popular Muy Interesante. En conversación con PRNoticias su director desde hace 15 años, José Pardina, se ha planteado como objetivo consolidar su presencia en los medios digitales, además de fomentar los hábitos de lectura de los más jóvenes, tema que le preocupa especialmente. Su público, confiesa, es de lo más diverso, pero hay una característica que lo define: son curiosos.
¿Cómo ha contribuido Muy Interesante a hacer de la ciencia un ‘entreteniento inteligente’?
Como comunicadores y periodistas hemos conseguido crear en los quioscos un hueco que antes no existía. Donde antes sólo había prensa o revistas del corazón, de política o eróticas, ahora hay un apartado cada vez más notable en todos los quioscos con revistas de ciencia popular o de divulgación científica. Eso significa que donde antes no existía este nicho de lectores ahora hay casi cinco millones de lectores, de los cuales más de la mitad corresponde a Muy Interesante y a sus otra publicaciones: Muy Interesante, Muy Historia, Muy Junior, Muy Especial. En tercer lugar, hemos conseguido que la gente normal, no la gente especialista o especialmente interesada en la ciencia, pierda el miedo a la ciencia, entienda que son cuestiones que le afectan y les atañen. Y últo, lo más difícil, en lo que hemos sido los preros, conseguir que la ciencia sea entretenida y divertida.
¿Cuál es el perfil de vuestro lector?
Tenemos un problema con un EGM tan maravilloso como el que tenemos con casi dos millones de lectores y es que tenemos todo tipo de lectores. La gran mayoría no son hombres, que son poco más del 50 ciento. Me gustaría decirte que tienen una determinada edad, pero hay de todas las edades. El resultado de un estudio interno nos dice que los ejecutivos leen Muy Interesante, pero también lo hacen los estudiantes. Ante una variedad tan grande de lectores, donde hay hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes. Lo que distingue a todos nuestros lectores es la curiosidad conocer cosas que no sabía pero que les interesan. No conocer lo que es el genoma o qué son las células madre. Ellos se han dado cuenta que todos estos conocientos afectan, influyen y tienen la capacidad de mejorar nuestra vida. Quieren saber de qué están hechos los alentos que comemos o cómo se puede tener hijos hoy o la protección de las comunicaciones online. Todas estas cuestiones significan aproxar la ciencia a nuestro día a día y hacen que la gente inquieta lea Muy Interesante en unas cifras silares a quien lee la prensa del corazón para entretenerse en la peluquería.
‘En los últos diez o quince años ha surgido toda una nueva generación de periodistas que se dedican a informar sobre ciencia. Están muy bien preparados no sólo los master de periodismo científico que cada vez proliferan más, también trabajando en medios, fundamentalmente en diarios o en revistas como Muy Interesante, que se han dedicado a informar de ciencia’
¿Vuestra audiencia cumple vuestras expectativas?
Yo nunca estoy contento. Si cuando empecé a dirigir la revista hace quince años me hubieran dicho que dos millones de personas leerían Muy Interesante, me habría mostrado muy escéptico. Pero yo estoy preocupado que la gente joven lee muy poco y no me refiero a la polémica de medios electrónicos frente a los medios tradicionales en papel, en la que yo estoy a favor de la otunidad que ofrecen los nuevos medios. Se trata del hecho del placer de leer, de disfrutar de una buena historia contada, además de con titulares, con ágenes y una narración periodística bien desarrollada. Me encuentro con que gente de 18 y 22 años no tienen esa pasión la lectura que tienen lectores con una edad mayor. Profesionalmente no es una preocupación, sino un reto el conseguir que esas franjas de lectores se interesen con la lectura y donde estén ellos los iremos a buscar, en sotes digitales y online, no sólo en papel.
¿Qué grado de confianza tienen los anunciantes en este tipo de publicaciones?
Donde no existía un nicho de mercado, no existían anunciantes. Mirando el últo número de Muy Interesante se puede apreciar el grado de confianza de los anunciantes. Costó muchíso hacer que las grandes marcas y agencias planificasen esta publicación, pero en la revista están todos los grandes anunciantes que están en este sote. En definitiva nuestro negocio no es otro que conseguir muchos lectores para venderles a los anunciantes y esto tarda años en conseguirse. Al final, ellos ven que dos millones de lectores o 260 mil ejemplares de venta al mes son una comunidad de consumidores para sus productos muy apetecible, pero además tienen un nivel de interés y de exigencia muy alto. Estamos satisfechos tanto con la publicidad en las páginas de Muy Interesante como con la publicidad ‘online’. Y estamos trabajando precisamente para que nuestros sotes digitales también cuenten con su confianza.
¿Qué te parece el mercado de las revistas científicas? ¿Quién da la pelea?
Por desgracia, nos tenemos que buscar competencia que no es estrictamente nuestra competencia. A finales de los noventa y principios de este siglo, había media docena de revistas. Me acuerdo de Newton, de GMR, de Ciencia y Vida, de Conocer, que lamentablemente ya no existen. Nuestra competencia son los mensuales de información general masculinos, y nos encontramos con National Geographic que, en realidad, no debería ser un competidor. También con Quo y con poco más. Las otras revistas no son de ciencia popular, como Investigación y Ciencia, que tiene un nivel un poco más universitario. Y Conocer
Muy Interesante se ha diversificado segmentos con Muy Junior, Muy Historia y Muy Digital, ¿es ésta la clave para sobrevivir 25 años?
No tanto para sobrevivir, que son productos muy jóvenes. Con ellos se quiere consolidar en torno a la marca Muy toda una comunidad de intereses que son diferentes. Muy Junior es la fórmula de ciencia divertida para los hijos de los lectores de Muy Interesante, entre siete y once años. Muy Historia es el reflejo del tremendo interés que los temas de historia han despertado en el lector de Muy Interesante. Se trata de ir afinando y especializando los intereses que vamos detectando en nuestra comunidad de lectores. Yo creo que esto fortalece a la marca y forma parte de ella.
¿Cómo ha evolucionado el nivel de preparación de los periodistas científicos en España?
Muy positivamente. Cuando yo empecé en Muy Interesante se podían contar con una mano los periodistas científicos especializados no en revistas, que no las había, sino en los medios. Estoy recordando a Manuel Toharia, que es nuestro Presidente, también diarios de ámbito nacional como El País, donde Malén Ruiz de Elvira es también la creadora de una cantera de periodistas de diarios. O Vladir de Semir en
¿Cuáles son los temas científicos más candentes que su revista debe explicar al ciudadano medio?
Como siempre, aquellos temas que afectan directamente a su vida cotidiana. Lo que tiene que ver con la seguridad alentaria y con la nutrición, o con la preservación y cuidado del medio ambiente y las nuevas formas de concebir hijos y reproducirnos. Y algo fundamental, lo que tiene que ver con la salud y la enfermedad, con los avances médicos para mejorar la salud. Ésos son los temas estrella. En los últos doce números, la mitad de los temas tienen que ver con salud y medicina, aunque también con cuestiones psicológicas y de comtamiento. Pero todo aquello de carácter práctico que nos muestra que la ciencia es algo nuestro de cada día: qué comemos, la seguridad de la energía nuclear, qué son las células madre y cómo repercute en nuestras enfermedades, para que puedan diagnosticarse y curarse mejor que hasta ahora. Son temas próxos. Nuestros lectores no son cebollones o sabiondos de laboratorio que quieren saber cuándo nació el universo, que también. Pero le interesa la ciencia próxa, que está en nuestro trabajo y en la cocina, y eso es lo que Muy Interesante trata de informar a través de los expertos que colaboran con nosotros.
También os habéis expandido a Portugal, y Latinoamérica, ¿los desafíos del futuro pasan la expansión en otros territorios?
Para mí el desafío está en conseguir que nuestra marca se expanda no tanto en el espacio, como en la red y los nuevos medios digitales, es decir, en sotes diferentes al papel y en formatos distintos a lo que es la cuatricomía y la letra presa. Si conseguos eso, las fronteras de los países quedan obsoletas. A mí me gustaría decir a nuestros posibles anunciantes, que Muy Interesante es una empresa y un negocio, que nuestra revista, además de vender 250.000 ejemplares de papel, es leída 10 millones de internautas en todo el mundo y en todo tipo de sotes. Ése es nuestro desafío mayor: no tanto desarrollar una revista clásica de papel o un modelo clásico de negocio, sino el expandirnos en lo que son las posibilidades de la nueva sociedad de la información.
