En la Tierra a sábado, diciembre 20, 2025

‘Salir de esta trinchera es fundamental por higiene democrática’

Se cumple el decoquinto aniversario de la revista política El Siglo que dirige José García Abad desde su fundación. El periodista ha hecho un balance para PRNoticias en el que habla de mucho esfuerzo y de pese a mantener un perfil progresista, de la intención de desvincularse de los partidos políticos con su independencia, dando palos a todos cuando se lo merecen. Cree que cuando alguien lee El Mundo o El País da la sensación que se está al borde de una guerra civil, lo que considera fundamental salir de la trinchera.

 

Decoquinto aniversario… si echamos un poco la vista atrás y revisamos la trayectoria de su revista ¿cuál sería su valoración del trabajo realizado durante este tiempo?

Mi idea cuando salió la revista hace 15 años, en octubre de 1991, fue hacer una revista independiente de izquierdas, aunque parezca una contradicción de términos. Yo partía de la idea de hacer una publicación que tuviera una seña de identidad progresista pero que fuera independiente del Gobierno y, supuesto, del PSOE. Y no ha sido fácil, que yo tenía más amigos en la izquierda que en la derecha y era una revista que no callaba los fallos de la izquierda pero que tampoco entraba en el juego de los que querían acabar con el Gobierno socialista a costa de lo que fuera, muchas veces a costa de la verdad. Era una postura muy incómoda y era difícil de asociar en aquellos momentos. Pero la dificultad de la sutileza de mantenerte en este estilo independiente junto a mantenerte con una pequeña empresa ha sido grande, pero muy satisfactoria.

 

¿Y la faceta de empresario de la prensa?

Soy un empresario atípico. Para empezar, soy un PYME, de los pocos que quedan en la prensa. Tienes muchas dificultades, muchas angustias, sobre todo en momentos de crisis, cuando lo prero que cortan las empresas es la publicidad. Y yo, ejemplo, durante la crisis de principios de los noventa, no tenía detrás ni a un banco ni a ningún grupo empresarial, tenía que salir a delante cada semana. Y desde luego el PSOE, aunque muchos maledicentes decían que nos estaba financiado, no lo hacía. ¡Ya hubiera querido yo pasar y que me pagaran la nómina en Ferraz!. Pero considero que no es lo mismo que la filosofía sea la de un profesional que quiere hacerse su medio que la de un inversor que va a invertir en prensa otras razones, igual de legítas, pero que no son las de crear un proyecto profesional.

 

¿Cuáles eran y son sus objetivos como profesional con este proyecto

Más que como PYME, como profesional que tiene proyectos a cargo de su propia publicación, que es una forma de crearte tu propio puesto de trabajo con la libertad. Mi objetivo era ser un periodista que pone un medio para expresarse.

 

¿Cual es el perfil del lector de El Siglo?

Hay un perfil sociológico de clase media, mediaalta. Es verdad que la gente de la izquierda o de los sindicatos lo lee, tenemos ahí un buen campo y eso se nota, puesto que cada vez que hacemos una información sobre este tema tengo la llamada de algún líder sindical. En general son universitarios, funcionarios… opinión publica bien informada; de cierto nivel adquisitivo y sobre todo de cierto nivel intelectual. Y tal como está polarizada la prensa políticamente, hay muchísa gente, unos informarse y otros un guiño de complicidad con un mensaje de izquierdas.

 

En esta etapa de constante crispación política, ¿qué rol considera que tiene su revista en la sociedad actual?

Creo que el de intentar demostrar que uno se puede abstraer y decir las cosas lo más objetivamente posible. Poder salir de esta trinchera creo que es fundamental higiene democrática. A mí, como decía Montaigne, me flagelan todos los lados. Yo estoy así, actúo como si fuera libre y la prueba es mi libro sobre Felipe González, que no he ocultado nada negativo. El balance es positivo pero ha habido cosas que no les han gustado demasiado.

 

Es una máxa del periodismo intentar ser lo más objetivo posible…

Yo lo mantengo que, entre otras cosas me traicionaría a mí mismo si no lo hiciera. Lo que quiero es poder interpretar la realidad, siempre de acuerdo con mi propio criterio, que no digo que sea aséptico, pero sin faltar a la verdad y dando la razón a la derecha cuando la tiene y a la izquierda cuando la tiene. Y, sobre todo, dando palos a unos y a otros, que es la función de la prensa, hacer de Pepito Grillo y más bien sacar los colores al Gobierno, no tanto como está ocurriendo en España, donde hemos pasado de la prensa gubernamental a un punto en el que el gobierno es de la prensa, a un momento de ‘ideocracia’.

 

¿Podríamos afirmar que no estamos en un buen momento para la prensa en España?

Yo creo que no, que en el momento en el que la prensa pretende dar lecciones al político y ponerse en el lugar del político sin la responsabilidad del político no está haciendo su papel adecuadamente. Ni prensa gubernamental ni que el Gobierno tenga que estar pendiente de lo que dicen los periodistas. Yo creo que es el problema de Zapatero, que es un postmoderno de izquierdas y es un hombre que no toma decisiones sin saber el efecto mediático que van a tener, pero no con la convicción del gobernante que dice ‘voy a vender esto bien’ sino que realmente forma su propia discurso en razón de la venta mediática, para él, parafraseando a McLuhan, el fin es el medio. En esto desnaturaliza la responsabilidad del político y el papel del periodista en la sociedad. Yo trato de romper eso con mi humilde publicación, pero pienso que no hay mensaje pequeño si merece la pena mantenerlo.

 

¿Y el público? Con este cambio de hábitos y de intereses que ha sufrido la población española durante estos años… ¿cree que el español medio se siente interesado la política?

Creo que sí que interesa. Mi duda es saber si hay suficiente gente para generar una masa crítica para que una publicación pueda desarrollarse, si hay gente que no está ya tan metida como si fuese ‘fan’ de un partido, como si se tratara de un equipo. O si hay suficiente gente para que esté dispuesta para hacerse una opinión sin estar tan condicionada la pasión de lo que defiende. Tengo la convicción que hay muchísa gente que hace menos ruido que los que están en una trinchera u otra, pero que están en esa posición para hacerse un criterio independiente, serio y no tan de ‘feligrés’.

 

Por su publicación han desfilado innumerables figura políticas, ¿quién consideraría que ha sido el político más influyente de la democracia en nuestro país?

Creo que Suárez fue esencial que él fue el verdadero motor de la democratización del país, más que el propio Rey. Y si en vez de estar Suárez ahí hubiese estado otra persona, probablemente las cosas hubieran sido de otra forma. Felipe González ha sido el político que más ha transformado España que ha estado 14 años en el Gobierno. Ahora el bance es positivo, pero cometió dos grades errores. El prero fue no acabar con la guerra sucia mucho antes. Es verdad que acabó con ella, pero no fue capaz de ver la trascendencia que aquello tendría y que acabaría llevándoselo delante al cabo de unos años. El otro gran error fue el no saber atajar la corrupción a tiempo y finalmente lo que pasa con el poder al cabo de unos años que no es que tenga el poder, es que es el poder y la arrogancia del poder le hizo pasar al Felipismo.

 

Y entre las actuales figuras en el gobierno ¿a quiénes destacaría?

Zapatero es un enigma, que todavía hay muchos frentes abiertos y aún no sabemos cómo van a acabar algunos de estos grandes proyectos, como el proceso de paz. Tiene una gran capacidad para enmendar los propios errores en los que él mismo se mete. Tiene buena voluntad, a veces toma actitudes prudentes, y no es un blando como suele pensarse sino todo lo contrario, y aún no ha gobernado el tiempo suficiente. Su equipo de gobierno no es muy brillante, pero tiene tres figuras de prera: Maria Teresa Fernández de la Vega, Rubalcaba y Pedro Solbes, sobre todo los dos preros.

 

¿Y en la oposición?

En la derecha creo que están demasiado condicionados la figura de Aznar. Rajoy tiene un talante más liberal, pero está forzado a tomar una actitud que me parece que no corresponde con lo que es la mayoría de los ciudadanos que al final son los que votan. En este país, si uno lee El Mundo o  El País da la presión de que aquí estamos al borde de la guerra civil, pero no es verdad. Al final las elecciones se deciden una gente tranquila y moderada. No entiendo este lenguaje de crispación del PP: o bien consigue derribar al Gobierno, que lo dudo mucho, o bien consigue que tengan que rectificar antes de que lleguen las elección, o se producirá dentro del partido un ‘big bang’. Como persona me parece valioso aunque considero que no está haciendo su propia película política.

 

Regresando a El Siglo, ¿hacia donde apunta su futuro?

No tengo más objetivo que seguir trabajando y que, con los pocos medios que tengo, podamos seguir informando con rigor y seguir haciendo mesas redondas y cosas así; pero nada más, no tengo ningún gran proyecto. Quizá que la presencia en la red sea cada vez mayor y el interés seguir mejorando la publicación, contratar a los mejores colaboradores y hacer una revista lo mejor posible cada día.

 

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