Carmen Caffarel nos ha vuelto a sorprender. En una comparecencia ante el Congreso,
‘Los caminos de Carmen Caffarel son inescrutables’. Ésta podría ser el resumen de la errática política comercial desarrollada el entre RTVE durante los últos años, cuya cúspide alcanzó ayer su Directora General durante una comparecencia ante el Congreso de los Diputados, en la cual pretende incrementar los ingresos publicitarios hasta un 6% para 2007, fecha a partir del cual nacerá la nueva Coración RTVE.
Según Caffarel, la manera de enfrentar este nuevo escenario y el mayor reparto de la tarta publicitaria es la optización del ingreso conseguido unidad vendida, fórmula que le ha permitido aumentar los ingresos publicidad de la cadena enca de la media del mercado. Sin embargo, existen numerosas razones las que en el actual panorama televisivo una subida drástica de las tarifas puede resultar contraproducente para los intereses de quienes las practican.
En prer lugar, si lo que se pretende es reducir el tiempo dedicado a la emisión de publicidad, una subida de tarifas podría resultar interesante para los anunciantes, que encontrarían un elemento de diferenciación en un oasis de interminables e ineficaces spots. Sin embargo, esta subida de tarifas podría actuar como un arma de doble filo, ya que si no respaldas la exclusividad que ‘vendes’ con unos resultados de audiencia satisfactorios (recordemos que con un 18% de share, TVE 1 es la tercera cadena más vista, detrás de Telecinco y Antena 3), los anunciantes mantendrían sus inversiones en los medios punteros a pesar de la saturación existente.
La medida, en sí poco novedosa (las cadenas llevan ‘amenazando’ desde hace tiempo con subir sus tarifas para equipararlas al resto de Europa), plantea dos últas dudas: ¿ha valorado el Ente la fuga potencial de clientes a sus competidores? ¿Vendrá aparejado a este incremento de las tarifas una mejora de la calidad de los contenidos que actualmente se emiten?
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