El pulso el tabaco que mantienen desde que el pasado mes de enero entró la ley esta antihumos de la ministra ha dado un giro en
Desde que Salgado dijo el fumar se va a acabar, las personas que no pueden o no quieren dejar el vicio han pasado a la categoría de apestados e incluso se han cortado sus libertades. Ya ni el puro después del café en una boda, no hablar de la tontería de los cigarrillos de chocolate, también prohibidos y que todos hemos ‘fumado’ y bien ricos que estaban. Una moda tada de EEUU, como también lo serán en un par de años las pistolas y los rifles que regalan los bancos al abrir una cuenta corriente… Pero sin duda lo mejor de los cruzados antitabaco con Milá de Arco a la cabeza del ejército son los argumentos que se dan para apoyar la prohibición: Qué si le cuesta mucho dinero a la sanidad pública, qué si nos vamos a morir de Cáncer su culpa… cuando las personas que más puestos paga son precisamente los fumadores, puestos con los que se financia en mucha parte la sanidad de todos, incluidos los no fumadores. ¿Y lo del Cáncer? Si es verdad que el tabaco no es bueno, no lo voy a defender, pero y ¿la contaminación de los coches? ¿Y la de las fábricas? ¿Y la de las sustancias cancerígenas que hay en todo lo que comemos y respiramos? ¡No seamos cínicos! El tabaco es malo, todos lo sabemos y perjudicial para la salud, también lo sabemos, entonces ¿Por qué en vez de marginar a los fumadores y cortarles sus libertades no se prohíbe la venta y distribución de cajetillas? Porque no conviene, que con el vicio recauda mucho dinero el Estado.
Así que
En fin, pongamos que hablo de Madrid…
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