No hubo suerte. Tal y como se preveía,
El rechazo no ha supuesto una gran decepción, puesto que desde el prer momento, pocos fueron los que creyeron probable su elección. Sin embargo, el anuncio de que el nombre de Salgado estaba entre el de los cinco seleccionados para la votación final hizo cambiar algunas apuestas.
El 8 de noviembre, el mismo día de la elección, la versión digital del Diario El País se hacía eco de las opiniones de algunos observadores de Ginebra que consideraban que la candidatura de Elena Salgado, ‘es fuerte y se distancia de la de algunos de sus competidores directos’. Pero se trataba solo de un espejismo, no sabemos si de los observadores o de este periódico, siempre dispuesto a ver el vaso del PSOE medio lleno.
Lo habían advertido algunos medios al conocer la propuesta del gobierno español: se trataba de una apuesta avocada al fracaso. El Mundo en su edición digital del 6 de septiembre advertía de que, al contrario que todos los anteriores directores generales de la organización, Elena Salgado no era ‘médico ni ha dedicado la mayor parte de su vida a la sanidad’. Además era de las pocas candidatas sin vinculación a
A mediados de octubre el tal de Intet, El Semanal Digital, afirmaba saber fuentes gubernamentales que ‘la candidatura de la actual Ministra de Sanidad empieza a disolverse como un azucarillo en Ginebra’.
Tampoco en los medios extranjeros parecían convencidos de su éxito. Un mes antes de la elección, la revista médica ‘The Lancet,’ publicaba los nombres de los candidatos peor situados, y en ellos incluía, además de a Nay Htun de Myanmar y al kuwaití Kazem Behbehani, a
Pero entonces, ¿ qué tanto interés en su candidatura?
Las malas lenguas, recogidas ‘The Lancet’ consideraban que el apoyo que el Ejecutivo estaba dando a su candidatura estaba basado más en el deseo de sacarla del Gobierno que en su interés real la presidencia de
Pero el intento de alejar a Elena Salgado de la sanidad española ha sido en balde.










