La precariedad laboral y las numerosas dificultades con las que se topan los corresponsales de guerra, es un tema que no está resuelto. El reciente secuestro de Emilio Fernández Morenatti de AP y la muerte de José Couso de T5, son hechos que ponen de manifiesto las malas condiciones con que cuentan los informadores gráficos para desarrollar su trabajo. El XXII Congreso de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos (Anigp tv) ha exigido unas garantías mínas para el sector y evalúa la elaboración de un código ético.
Los congresistas de
Las jornadas comenzaron en Albacete con una mesa redonda que bajo el título de ‘Corresponsales de guerra. Periodismo en zona de conflicto’, reunió a Diego Caballo, presidente de la asociación y a los reteros gráficos Abel Ruiz de León y Gabriel Carvajal. Los asistentes a la asamblea también han debatido el cambio de algunos artículos de su estatuto con el fin de potenciar la creación de más delegaciones de
Acerca del uso y desarrollo de las nuevas tecnologías, Abel Ruiz de León aseguró que las antiguas no van a desaparecer, puesto que se puede encontrar un canal para difundirlas. Él mismo declaró que trabaja con una cámara digital y otra analógica, con la que realiza fotografías en blanco y negro en numerosas ocasiones. Con la cámara digital responde a la demanda inmediata de la actualidad y asegura que suele encontrar canales para difundir a posteriori sus trabajos realizados con tecnología analógica.
A este respecto Diego Caballo declaró que cada vez es más difícil vender las fotografías y eso el retero gráfico debe intentarlo en varios terrenos, que la recompensa económica suele ser muy baja.
Entre las actividades previstas para las jornadas, se encuentra una mesa redonda que versará sobre un posible código ético profesional de los informadores gráficos de prensa y televisión. En el intervendrán Jesús Sánchez, letrado de










