Una cadena de vídeos musicales durante todo el día, no es una mala idea a pesar de no se un producto novedoso. Si se organiza bien y se le dota de interesantes espacios de producción propia, se podría sacar rendiento comercial a una cadena de estas características. No obstante, si el contrario una cadena se lita a emitir todo el día vídeos musicales, es poco lo que puede hacer para comenzar a seducir a los espectadores para que vean
Este segundo caso refleja claramente lo que acontece en la televisión de Blas Herrero, una tele que no logra consolidarse, que no apuesta la producción propia y en que los anunciantes brillan su ausencia. Esto a pesar de que la cadena del empresario asturiano cuenta con el músculo financiero de los 200 millones de euros del laudo ganado a Onda Cero (intereses incluidos). Y es que al ver la tele de Blas no se ve ningún lado la inversión necesaria para montar una tele en condiciones.
En contra de Blas juegan sus fallidos negocios intentar ‘colocar’ su tele a algún otro empresario del sector, frustrado acuerdo con Localia incluido. La escasa credibilidad el empresario asturiano han jaguado en su contra y no le ha permitido ‘negociar’ su licencia en Madrid. Visto lo visto y según los acuerdos firmados, Blas Herrero ha debido poner en el aire su Kiss TV sobre la marcha, con las consiguientes prisas y desaciertos.
En cualquier caso, de momento, no se ve que el empresario ponga en parcha un plan que tome en serio su tele digital, al menos mientras no logre un socio de referencia o un partner comercial. Por cierto, la plantilla de Kiss todavía espera trasladarse a sus nuevas instalaciones en las afueras de Madrid.
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