El material informativo no es completo, pues no está acompañado ni de fotografías ni de vídeos. El mensaje de Castro ha sido leído ante un auditorio en el que también ha destacado otra ausencia: la de su hermano y presidente provisional, Raúl Castro.
Si bien se espera que los festejos, que comenzaron ayer con una gala en el Teatro Karl Marx, concurran unas 1.800 personalidades procedentes de 80 países, aún no hay claridad sobre si Castro podrá asistir a la últa jornada, el sábado, cuando se exhiba un desfile militar en
El discurso, el mandatario explicó que optó usar esa vía de comunicación y dijo que sentía ‘gran dolor no haber podido darles personalmente las gracias y abrazar a cada uno de ustedes’. También vaticinó que el propio pueblo norteamericano no permitirá al presidente George Bush terminar su mandato, haber conducido a Estados Unidos al desastre y aseguró que durante todo este tiempo ha seguido trabajando intensamente ‘para garantizar en nuestro país los objetivos de la proclama del 31 de julio’.
Castro anunció el 31 de julio pasado que padecía una afección estomacal de la cual no se han precisado mayores detalles, debido a que se consideró que su estado de salud era ‘secreto de Estado’. En ese momento delegó todos sus poderes en su hermano Raúl y otros seis hombres fieles al régen y fue sometido a una intervención quirúrgica intestinal, de la que aún sigue convaleciente. La celebración su cumpleaños, que en realidad fue el 13 de agosto, se pospuso hasta ayer.
Entonces, se desató la polémica y la lluvia de especulaciones. Una de las hipótesis que ha sonado más fuerte es la que asegura que el dictador padece un cáncer terminal, versión que ha sido persistentemente desmentida tanto sus partidarios, amigos del mundo de la política internacional, y el propio Castro. La escasez de apariciones y la emisión de fotografías y videos en momentos muy planificados no ha contribuido a despejar la incógnita que rodea al padeciento de Fidel.
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