La huelga de los trabajadores de Telemadrid ha terminado de la peor manera. Con acusaciones mutuas de agresiones y los medios posicionándose de acuerdo a su tendencia política, nada parece haber cambiado y las posturas siguen irreconciliables entre los sindicatos y el equipo de Manuel Soriano. Lo cierto es que casi 48 horas después de finalizadas las movilizaciones, los representantes de los trabajadores han cifrado la adhesión en un 85%, mientras que
Los problemas entre los sindicatos de Telemadrid y su dirección hace tiempo han dejado de ser una novedad. Después de la huelga convocada los sindicatos del Ente Público Madrileño, lo que entre otras cosas, significó la paralización de los directos de la cadena, nada parece cambiar en un conflicto que se mantiene más de dos años. Descontando las acusaciones mutuas de agresiones parte de los trabajadores y del canal, las paralizaciones de algunos programas y la sobreexposición mediática del conflicto, nada parece indicar que las partes esbocen un principio de acuerdo.
Desde los sindicatos se denuncia lo que consideran una ‘manipulación informativa’ en sus servicios informativos y la adhesión incondicional a los postulados del PP. Del mismo modo se advierte sobre el incumpliento de los acuerdos establecidos con la empresa firmados en el IX Convenio Colectivo hace dos años. En concreto se refieren a la creación de un Estatuto de Redacción y a la plantación de un sistema basado en tablas que sirvan de referencia para la contratación con productoras.
Desde la empresa se señala que la huelga sólo ha obedecido a motivos políticos (la súbita aparición de Rafael Sancas prera vez en dos años, no ayuda mucho para rebatir estas acusaciones) de cara a las próxas elecciones autonómicas. Respecto de la manipulación informativa, la cadena ha advertido en muchas ocasiones que los ‘informativos son rigurosos y plurales, como lo demuestra el hecho de que en ellos han sido entrevistados líderes políticos, sindicales, económicos, sociales… de todas las ideologías’. Respecto del conflicto sindical han señalado que no cabe renegociar lo ya pactado en 2004 y que el Convenio no es su intención ‘reabrir cuestiones ya pactadas y cerradas’.
Estas irreconciliables posturas anteriores a la huelga se mantienen aún más divorciadas después de la manifestación. Los trabajadores han cifrado la participación en un 85%, cifra que
En cualquier caso, las disputas de los sindicatos con Manuel Soriano y su equipo tienen un largo historial y al parecer no tienen visos de terminar ni en el mediano ni largo plazo. Por un lado los sindicatos continuarán con su campaña de denuncia a lo que consideran manipulación informativa y probablemente con huelgas, mientras que
Vista esta situación, sólo nos cabe esperar futuras manifestaciones, acusaciones cruzadas y mucho, pero mucho despliegue mediático entre quienes se posicionan a favor de los trabajadores, como han venido haciéndolo los medios de Prisa y los que están del lado de la gestión de Manuel Soriano. Mucha exposición, pocas certezas y la nula posibilidad de alcanzar un acuerdo. Así están las cosas.
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