En la Tierra a domingo, diciembre 21, 2025

Productos milagros, una solución que suele acabar en fraude

El ritmo de vida frenético que llevamos hace que la velocidad se haya convertido en uno de los principales requisitos para ser feliz. Trenes de alta velocidad, comida rápida, correo instantáneo… lo lento no cuenta, no sirve, no vale. Sin embargo en el campo de la salud normalmente se requiere más tiempo del que estamos acostumbrados a dedicar y eso hace que busquemos tratamientos milagro, de esos que en una semana, a lo sumo dos, consigan volvernos más delgados, jóvenes y guapos.  

 

Pero estos productos milagros no siempre van acompañados de una verificación farmacológica y muchas veces se trata de puros engaños. Sin embargo la publicidad consigue hacernos creer, bien a través del testonio de una mujer que lo ha probado y ahora es otra, o gracias a fotos que nos muestran el antes y el después, que es posible.

 

Durante años la Organización de Consumo y Usuarios, OCU, ha estado denunciando esta práctica, y pidiendo una regulación más dura, que acabe con estos productos milagro no solo su nula efectividad, sino que en ocasiones pueden ser perjudiciales para la salud, ya que si se abandonan los medicamentos normales puede empeorar la dolencia del paciente.

 

El pasado año el Ministerio de Sanidad retiró más de un centenar de compuestos de estética, especialmente productos para perder peso, considerar que utilizaban publicidad engañosa. Aún así éstos siguen prevaleciendo, tanto en televisión como, cada vez más, intet.

 

Pero el consumidor no es el único perjudicado esta clase de productos. Las empresas farmacéuticas, sobre todo las dedicadas al campo de la estética y el control de peso, pueden ver mermada su credibilidad debido en parte a estos tratamientos.

 

Uno de los productos que sufre este abuso son los creados a partir de baba de caracol. El auge de este tratamiento en los últos meses ha provocado la proliferación de marcas y productos ‘milagro’ de dudosa eficacia. Ante esta situación Industrial Farmacéutica Cantabria, IFC, presentó el pasado jueves un informe elaborado a través de encuestas en farmacias para analizar estos casos y ofrecer información a consumidores y expertos para diferenciar los distintos productos.

 

En la presentación estuvo presente Ana Aliaga, Vocal Nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos para quien aunque ‘todos los productos anunciados en los medios de comunicación deben cumplir con el principio de veracidad para evitar confundir al consumidor y a los profesionales de la salud’ la realidad es bien distinta.

 

No todas las cremas de baba de caracol son iguales. Para que estos cosméticos posean las propiedades regeneradoras y antioxidantes que se les atribuyen, deben ser elaborados con la secreción que el caracol segrega ante determinados estímulos externos, como radiaciones o estrés mecánico, y no con la baba que el caracol desprende en sus desplazamientos.

 

Por eso es tante contar con una buena información a la hora de hacerse con este tipo de productos, para diferenciar los tratamientos farmacológicos de los que no lo son.  Además se debe consultar con el médico o farmacéutico antes de hacerse con una de estas recetas mágicas.

 

 

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