El presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, ha señalado con orgullo que se ha alcanzado la cifra de bajas voluntarias prevista el ERE de RTVE. La información entregada el ejecutivo indica que han solicitado acogerse al ERE 3.936 trabajadores mayores de 50 años y 32 mayores de 65 años y 346 menores de 60. No obstante los fríos números no reflejan las historias que hay detrás, como la Rosa María Calaf, actual corresponsal en el lejano oriente que ha recibido muy a su pesar, la temible carta que certificaba el fin de su etapa en TVE.
En una comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, a petición de los grupos Popular, Mixto y CiU, Martínez Robles indicó que prácticamente, se ha alcanzado la cifra prevista, antes incluso de que finalice el plazo de presentación de solicitudes. A preguntas de la diputada popular Macarena Montesinos sobre el coste del ERE (Expediente de Regulación de Empleo), el presidente de la SEPI le respondió que éste se extenderá a lo largo de 15 años y que para 2007 los presupuestos contemplan una cifra de alrededor de 120 millones de euros para pagar prejubilaciones.
El presidente de la SEPI detalló los pasos que se han dado para la ‘profunda reforma’ que se está realizando en RTVE para adecuarse a las recomendaciones de la Unión Europea, con un Plan de Saneamiento y la asunción de la deuda histórica de RTVE parte del Estado. En este sentido dijo que el Plan de asunción de la deuda parte del Tesoro Público garantiza que en 2006 éste asumirá 7.850 millones de euros,
3.111 en 2007 y el resto en un plazo que va desde 2008 a 2010.
Lo que no ha explicado Martínez Robles es a los cambios súbitos de categoría de algunos de los prejubilados y de las historias personales de un puñado de periodistas y técnicos que han debido abandonar la televisión pública. En una entrevista hace unas semanas Rosa María Calaf, reconocida periodista y actual corresponsal de TVE en AsiaPacífico, reconocía que se acogía a la prejubilación muy a su pesar. La periodista consideraba que un canal no debía prescindir de sus valores más contrastados, algo que contradecía las medidas tomadas en otras televisiones europeas para proteger a su equipo más experentado.
Pero el caso de Rosa María Calaf no es el único. Cientos de profesionales válidos y que aún quieren entregar mucho al Ente Público han recibido la carta de la discordia en que se les invita a firmar su prejubilación. Es verdad que las condiciones de la prejubilación son muy ventajosas, pero tampoco es menos cierto que muchos de los prejubilados consideraban que con cincuenta años les quedaba mucho camino recorren en Televisión Española. Historias que quedan en gran parte reflejadas en la Asociación de Afectados el ERE con unos 700 afiliados, muchos de los cuales querían seguir trabajando.
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