¿No nos podemos comer una hamburguesa americana? Los profesionales de la nutrición se quejan de que nadie les haya hecho esta pregunta. En un país en el que pra la libertad y se presupone un míno de sentido de la responsabilidad, las prohibiciones no están de moda y lo que no entiende nuestra Ministra es que somos como niños: basta que nos digas que no a algo, para hacerlo dos veces.
¿No nos podemos comer una hamburguesa americana? Los profesionales de la nutrición se quejan de que nadie les haya hecho esta pregunta. En un país en el que pra la libertad y se presupone un míno de sentido de la responsabilidad, las prohibiciones no están de moda y lo que no entiende nuestra Ministra es que somos como niños: basta que nos digas que no a algo, para hacerlo dos veces.
Hace dos días, Elena Salgado, cansada de que la empresa de comida rápida no le haga caso en su intento evitar la famosa hamburguesa, rompe el convenio que el Ministerio de Sanidad y Consumo tenía firmado con
‘No hay ningún problema en que Burguer King publicite una hamburguesa de tres kilómetros o de tres kilos, la libertad del consumidor está en consumirla o no consumirla’, asegura Antonio F. Murillo Cancho, profesor de Nutrición y Bromatología de
Antonio Murillo habla de la bollería industrial, ‘tan publicitada en televisión y que contiene grasas Trans’, la peor grasa de todas. Además, también se refiere a ‘platos de más de mil calorías que se sirven en restaurantes con la etiqueta de ‘comida mediterránea’. Bocadillos de panceta (típicos españoles) y bocadillos de calamares de
La mejor manera de que el Ministerio de Sanidad contribuya a una alentación sana es, según el profesor, ‘hacer entender a la población que una alentación saludable es aquella que es totalmente variada y equilibrada. Hay que tomar todo tipo de alentos y la grasa es necesaria en su justa medida. No se puede tolerar una hamburguesa a diario pero, si un par de veces al mes, alguien se toma una Burguer king o algún producto con la mantequilla más grasosa no pasa nada’.
Sobre la obesidad, en España todavía no hemos llegado a un punto sin solución, el problema, según Murillo Cancho, es que cada día nos parecemos más a los americanos en este sentido. ‘La obesidad aumenta y esto puede generar un problema de salud pública, pero es perfectamente modificable con una buena educación sanitaria nutricional’.
Para Antonio F. Murillo Cancho la mejor dieta vino con la posguerra en los años 60. ‘Se comía de todo: muchos hidratos de carbono, poca grasa y pocas proteínas. Poca ca y poco pescado. Una auténtica dieta mediterránea. Es a partir del desarrollismo económico cuando empezaron a introducirse diferentes hábitos alenticios, muchas veces error o copiar a los americanos‘.
En vistas al año nuevo y de que todos queremos cuidarnos, al menos hasta que nos dure el remordiento de los atracones navideños, el nutricionista nos ha querido dar las claves para hacerlo. Del 100% de nuestra alentación, ‘más de un 55% de hidratos de carbono, menos de un 35% de grasa y menos de un 15% de proteínas’.










