El sábado fue el día de la perplejidad, el domingo la prensa recogió las preras declaraciones y hoy ha llegado la hora del análisis. La prensa de tirada nacional ha sido unáne esta mañana y ha condenado con dureza las accionar del Gobierno después del atentado.
El sábado fue el día de la perplejidad, el domingo la prensa recogió las preras declaraciones y hoy ha llegado la hora del análisis. La prensa de tirada nacional ha sido unáne esta mañana y ha condenado con dureza el accionar del Gobierno después del atentado en
ABC comenzaba su principal editorial de esta mañana señalando que en el día después del atentado del aeropuerto de Barajas, ‘el PSOE no ha podido cambiar su inercia y, a través de su secretario de Organización, José Blanco, ha reprochado a Mariano Rajoy que no ‘culpabilizara’ del atentado a ETA y se dedicara a criticar al Gobierno’. Continúan señalando que ‘quien escuchara a Mariano Rajoy que ha mantenido una actitud institucional encomiable ya sabrá que las palabras de Blanco constituyen una manipulación descarada que se enmarca en la política de propaganda que el PSOE puso en marcha hace tiempo con carácter preventivo para endosar a terceros las responsabilidades políticas el previsible fracaso del proceso de negociación’.
El Mundo aprovecha la coyuntura para hacer una menorizada recopilación de las informaciones que ha venido publicando sobre eta y el 11M, reflejando los errores de manejo que ha tenido el Ejecutivo en los últos meses. En su editorial señala que ‘toda la gestión del Gobierno de la relación pública y secreta con Batasuna y ETA ha sido una desastrosa mezcla de ignorancia, inmadurez y soberbia, pues ha estado basada en tratar a los terroristas como si no lo fueran. Y a medida que han ido pasando las horas se ha ido haciendo más patente que Zapatero no estuvo el sábado a la altura de las circunstancias’.
Para El Mundo si la, ‘suspensión del diálogo’ significa dar cerrado este camino, como oficiosamente se afirma ahora desde
En su principal noticia de tada El País señala que ‘el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, da acabado el proceso abierto para el final dialogado del terrorismo tras el ‘gravíso atentado’ de Barajas parte de eta que supone una ruptura del alto el fuego permanente que la banda declaró el 22 de marzo. Ese es el significado del término ‘suspensión de las iniciativas de diálogo” que utilizó el presidente del Gobierno en su intervención del pasado sábado como respuesta al atentado terrorista, según señalaron ayer a El País fuentes gubernamentales’.
En su editorial el diario de Jesús de Polanco también es benévolo con el Gobierno y culpabiliza explosivamente a eta de la ruptura del alto al fuego y no realiza ninguna crítica a la gestión de Moncloa. Desde algunos sectores se ha criticado a Zapatero y su Gobierno anunciar una ‘suspensión’ del proceso, aunque sea total, en vez de una ruptura. Es algo más que un matiz semántico, pero el Ejecutivo ha hecho bien en no caer en la trampa de darle a eta la baza sbólica de ser él quien rompía.
Y acoto seguido, condena duramente los atentados, ‘puede que para eta el atentado de Barajas fuera sólo un aviso. Si así era, se ha equivocado: ha dinamitado el proceso. Poco ta que sea sólo un sector, con mayor o menor peso dentro de la organización terrorista, el que esté detrás de los cientos de kilos de explosivos; o que sea la cúpula terrorista en pleno la que decidió forzar hasta límites insotables la marcha del diálogo. Lo ocurrido, sumado al robo de pistolas en Francia, a extorsiones y a otros actos de violencia, indica que los interlocutores en eta no representaban a la organización ni la controlaban’.
Mientras,
‘Ni Batasuna está dispuesta a condenar el terrorismo, y tanto a aceptar el juego democrático, ni eta tuvo nunca la más mína intención de enfundar las pistolas: sólo ganar tiempo para rearmarse, recomponer sus infraestructuras y fortalecer sus comandos. Sin sus dos principales argumentos, Zapatero no tiene ya motivo o justificación alguna para no romper totalmente con eta. ‘Suspender’ los contactos solamente, como dijo el sábado, con dos cadáveres a punto de aflorar entre los escombros, es éticamente reprobable y políticamente indigno’, continúa señalando.
ABC, concluye con el mismo análisis señalando que ‘desde el momento en que Rodríguez Zapatero rompió el Pacto las Libertades y contra el Terrorismo, la lucha contra eta dejó de ser un asunto de Estado, quedando, tanto, a expensas del debate público y político. Y ahora, dado que el Gobierno ha descartado rectificar su política hacia eta pues suspender las ‘iniciativas’ del diálogo es una medida risible frente a la densión de la amenaza etarra ese debate y esas responsabilidades son inaplazables y deben ser el prer punto de la agenda política de
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