El cierre de RCTV, otro conflicto entre Venezuela y la OEA

CARACAS (09/01/07) Venezuela sigue en el candelero de la información y no sólo el anuncio del presidente Hugo Chávez de iniciar un proceso de nacionalización en los sectores eléctrico y de telecomunicaciones. La decisión del Ejecutivo de cancelar la licencia a Radio Caracas Televisión (RCTV) ha generado no sólo roces internos, sino también con la comunidad internacional. Chávez ha llamado ‘pendejo’ al Secretario General de la OEA y pidió su disión que éste pidió reconsiderar esta decisión. Y es que parece que sólo a Chávez le gusta opinar sobre otros países.

La ira de Chávez se desató cuando supo que el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, dijo que la medida no tiene precedentes en las últas décadas de democracia y que ‘aparece como una forma de censura contra la libertad de expresión y, a la vez, se transforma en una advertencia a los demás (medios), llevándolos a litar su acción, a riesgo de correr la misma suerte’.

Y el mandatario bolivariano reaccionó no con fuertes argumentos, sino con algunos epítetos mal sonantes, como ‘pendejo’ o ‘virrey del inmperio’, para intentar desacreditar a su ahora contrincante. Además, cuestionó la autoridad moral de Insulza y pidió su disión.

¿Verá Chávez amenazadas sus expectativas de situarse como un líder de referencia para la región? No lo sabemos, sólo planteamos la duda. Pero de lo que sí hemos tenido noticia es que, si bien al Presidente de Venezuela no le gusta que se inmiscuyan en sus asuntos, él sí parece estar interesado en otros países. Según algunos representantes de medios de comunicación de Bolivia han acusado una operación de las administraciones de Chávez y del mandatario boliviano Evo Morales para que, con dinero venezolano, se cree una red de medio oficialistas.

El director de prensa de la Cadena A de Bolivia, Jorge Tejerina, acusó a Chávez de haber comprado el semanario gratuito La Época para construir una red de medios pro Morales y anunció que la petrolera venezolana PDVSA pretende adquirir un canal televisivo para ponerlo al servicio del Ejecutivo. Lo que sí han confirmado ambos gobiernos es la inversión de cerca de 500 mil dólares de Venezuela en radios populares en Bolivia.

Por si fuera poco, la declaración de intenciones del Ministerio de Comunicación e Información (Minci) para este nuevo año parece distar mucho de las medidas que se han anunciado. Según el titular de la cartera, William Lara, los buenos deseos para el 2007 pasan profundizar y acelerar la democratización de la comunicación del país. Claro, siempre que no se trata de medios de comunicación críticos y molestos a su Gobierno.

El fin de la concesión al Grupo 1BC dejará una señal en abierto libre que Lara quiere entregar a una cooperativa o empresa mixta de venezolanos que garanticen la expresión de quienes sí están de acuerdo con el Ejecutivo chapista. Y el dinero no parece ser el problema: en la Ley de Presupuesto de 2007 se han contemplado partidas extraordinarias para el lanzamiento de este proyecto.

Por ahora, el quid de la cuestión es que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dio un plazo máxo de dos meses al Estado venezolano para cumplir con sus recomendaciones si no quiere que el caso se eleve a la Corte Interamericana, donde Venezuela podría ser procesada violación a los derechos humanos. Un fuerte revés para Chávez.

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