LA HABANA (12/01/07) El disidente Miguel Valdés Tamayo falleció la noche del miércoles en el Hospital Julio Trigo de La Habana, a consecuencia de un paro cardiaco. Dos infartos de corazón pusieron fin a su vida y a su larga lucha la libertad, que lo llevó a ser prisionero de la Pravera Negra de Cuba, en 2003, que encerró a varios disidentes.
Según informa la organización Solidaridad con Cuba, Valdés Tamayo sufría severos problemas de corazón desde su estancia en prisión, donde pasó un año. Había sido condenado a 15 años promover los derechos y libertades en Cuba y ser una “persona contraria a la revolución” según consta en su acta de condena.
En 2004 le concedieron licencia extrapenal los graves problemas de salud que padecía. Según ha comentado la activista Martha Beatriz Roque Cabello, Miguel Valdés había solicitado un permiso de salida para ser tratado en Holanda o Estados Unidos. Una visa que nunca llegó, y eso Roque Cabello responsabiliza al Gobierno cubano de su muerte.
Grupos opositores y activistas de derechos humanos han acompañado a familia de Miguel Valdés en estos duros momentos y han expresado su gran tristeza. Además tienen previsto convocar tres días de luto.
