Una campaña de Euro RSCG para Citröen en la que un cada vez más joven Sean Connery surca las carreteras con sus modelos C5 y C6 ha rememorado una fórmula que tuvo gran éxito a finales de los años noventa y que tuvo en Ford y Young & Rubicam Londres a sus principales protagonistas. En aquella ocasión, fueron un resucitado Steve McQueen (al volante de un Ford Puma) y Dennis Hopper (que hacía lo propio a los mandos de un Cougar) quienes rememoraban viejos tiempos a instancias de la marca automovilística, al mismo tiempo que afianzaban el idilio cine automovilismo.
Una campaña de Euro RSCG para Citröen en la que un cada vez más joven Sean Connery surca las carreteras con sus modelos C5 y C6 ha rememorado una fórmula que tuvo gran éxito a finales de los años noventa y que tuvo en Ford y Young & Rubicam Londres a sus principales protagonistas. En aquella ocasión, fueron un resucitado Steve McQueen (al volante de un Ford Puma) y Dennis Hopper (que hacía lo propio a los mandos de un Cougar) quienes rememoraban viejos tiempos a instancias de la marca automovilística, al mismo tiempo que afianzaban el idilio cine – automovilismo.
No serán los preros ni los únicos casos en los que una estrella de cine se pone a los mandos de un determinado modelo de automóvil, si bien tienen algo en común: son grandes estrellas que reviven escenas de sus películas más célebres a lomos de un utilitario (en el caso de McQueen, el actor había fallecido hace una década).
Pero, comencemos el últo en aparecer. En el últo trabajo de Euro RSCG para Citröen, un maduro Sean Connery recorre la carretera en sendos modelos C5 y C6. Durante el trayecto, su aspecto va cambiando, rejuveneciéndose hasta tal extremo de recuperar el aspecto que presentaba cuando interpretaba al célebre espía James Bond.
*Anuncio del nuevo Citröen C5
Sin embargo, Connery no ha sido el único en rememorar los buenos tiempos: Dennis Hopper, en 1998, mantenía un estrecho pulso en la carretera con su yo más joven, una réplica de aquél inconformista que en 1969 acompañaba a Peter Fonda y Jack Nickolson en su lucha contra la América corrupta e inconformista de la época. En esta ocasión, el maduro Hopper cambiaba su célebre motocicleta un Ford Cougar.
*Spot Ford Cougar, Young & Rubucam, 1998
Otro ejemplo de este dulce idilio que mantienen el cine y el automovilismo lo encontramos en el anuncio que protagonizó postmorten Steve McQueen para Ford en 1997 con motivo del lanzamiento de su modelo Puma. En aquella ocasión, McQueen rememoraba la inolvidable persecución que tuvo lugar en la ciudad de San Francisco durante su interpretación del teniente Franck Bullit en la película del mismo nombre.
Estos son sólo tres ejemplos de lo que la tecnología y el cine han influido en la historia de la publicidad automovilística, cuyo últo resucitado – Bruce Lee ha ayudado a que BMW haya incrementado en un 60% sus previsiones de venta durante el año pasado en nuestro país.
Seguiremos Informando…
