Alcorcón está en pie de guerra, aunque desde las instituciones quieran quitarle peso al asunto. Los incidentes del pasado fin de semana ponen de manifiesto una situación gravísa que se está dando en aquellos municipios y barrios en los que la inmigración es mayor, pero parece que nuestros dirigentes no se quieren dar cuenta del conflicto o están ciegos ante la mal entendida moda del ‘políticamente correcto’.
El otro día una señora me explicaba que frente a su casa un ‘chavalillo’ de unos 12 años, de nacionalidad sudamericana, estaba jugando colgándose de un árbol recién plantado, la mujer le riñó que lo estaba rompiendo y al poco se presentaron los padres bastante alterados acusándola de racismo e intidándola… ‘Lo mismo le hubiera dicho a un chiquillo blanco’ me aseguraba ella desconsolada. ¿Acaso la falta es distinta para unos que para otros? ¿O es que la represaría tiene que ser distinta según el color de la piel? Eso precisamente no es igualdad y que me llamen racista decirlo.
Los Latin King que tienen a numerosos barrios sometidos, bajo el miedo del arma blanca e incluso la pistola, en la amenaza constante, en los insultos y los abusos, son considerados asociación cultural. ¿Esa es la sociedad que queremos construir? Acusarme de xenófoba pero yo no la quiero.
La gente ha salido a la calle que está harta, entiendo su reacción ante la potencia del día a día, no lo excuso, lo que ocurrió el sábado es vergonzoso, es terrible, pero también era predecible.
Lo triste es que con todo esto los mayores perjudicados van a ser aquellas personas que han abandonado sus países en busca de una vida mejor y un trabajo honrado con el fin de integrarse en una nueva sociedad y se van a encontrar metidos en el mismo saco que aquellos que no quieren integrarse y ven en la delincuencia y la extorsión una forma de vida y de identidad de grupo. Pero ¿De quien es la culpa? Precisamente de aquellos que tratan de ver una ‘tontería’ en lo que es un problema serio en aras del mal entendido ‘políticamente correcto’.










