La Federación de Cines de España ha reclamado al Ministerio de Cultura una solución urgente para detener la fuerte caída de los datos de espectadores en las películas españolas. La Federación de Cines de España reclama al Ministerio de Cultura una solución urgente para detener la fuerte caída de los datos de espectadores en las películas españolas.
En concreto, el cine español pierde 2,6 millones de espectadores y 8,5 millones de euros de recaudación en 2006 con respecto al año anterior. Y todo ello contabilizando dentro de estos datos las coproducciones españolas con otras cinematografías, que, del total de 369 películas españolas contabilizadas el Ministerio de Cultura en 2006, alcanzaron un total de 60 aproxadamente.
A la alarma del sector de la exhibición contribuyen no solamente las cifras del cine español (a las que se contraponen las cifras del cine de origen estadounidense: más de 10 millones de espectadores y 70 millones de euros más en concepto de recaudación en taquilla en 2006).
Para esta Federación, también contribuye la política que está siguiendo el Ministerio de Cultura, manteniendo una cuota de pantalla para cine español y comunitario que el sector exhibición considera injusto, arbitrario, inútil, inédito en ningún otro país de nuestro entorno e inconstitucional, según los últos informes jurídicos en manos de la Federación de Cines.
Como respuesta a las reiteradas manifestaciones y quejas parte de la Federación de Cines en relación a la cuota de pantalla, el Ministerio de Cultura (tal y como ha manifestado en el documento de Bases de la Nueva Ley del Cine trasladado a los diferentes sectores el pasado mes de diciembre) continúa apostando esta medida, e incluso, profundizando en ella.
En concreto, en dicho documento la cuota de pantalla se aplicaría, a partir de la nueva Ley, sesiones y no días, como ocurre actualmente. Para el sector de exhibición, esta nueva medida, lejos de favorecer el creciento y desarrollo del cine español, supondrá favorecer los intereses de aquellos operadores de la industria que acumulan subvenciones públicas a costa de los ingresos de las empresas de exhibición. Además, supondrá de facto una merma de la capacidad de elección de consumidores y usuarios.
