Ayer tuvo lugar la esperada inauguración de FITUR 2007, si bien no será hasta el fin de semana cuando abra sus puertas para el gran público. Mientras tanto, los expositores se han afanado en perfilar sus estrategias de Comunicación de cara a clientes potenciales y medios, si bien en algunos casos estas acciones han dejado ‘bastante que desear’. Lo que se preveía como una otunidad única para acercar a los medios la realidad de los expositores ha terminado convertirse en un mercado de subastas donde lo tante era vender en lugar de informar.
Ayer tuvo lugar la esperada inauguración de FITUR 2007, si bien no será hasta el fin de semana cuando abra sus puertas para el gran público. Mientras tanto, los expositores se han afanado en perfilar sus estrategias de Comunicación de cara a clientes potenciales y medios, si bien en algunos casos estas acciones han dejado ‘bastante que desear’. Lo que se preveía como una otunidad única para acercar a los medios la realidad de los expositores ha terminado convertirse en un mercado de subastas donde lo tante era vender en lugar de informar.
El prer día de FITUR dejó un sabor agridulce entre los medios asistentes, quienes no han faltado a uno de los acontecientos más tantes del año. Sin embargo, lo que debía haber sido una otunidad única para entablar relaciones entre prensa y expositores se ha convertido en un mercadeo en el cual encontrar al responsable de comunicación de los stands era poco más que una quera: periodistas dejando sus tarjetas de visita ante los expositores desatendidos, encuentros con la prensa que no llegaron a celebrarse y una falta alarmante de planificación han marcado estas preras horas de la segunda feria turística más tante del mundo.
Entonces, ¿qué ha sido FITUR? Un escaparate de ventas dirigido al público en general, cuya puesta en marcha en ningún caso puede identificarse con un plan de comunicación serio cuyo objetivo sea el atraer la atención de los mayores prescriptores de la feria, los periodistas, quienes tienen la últa palabra a la hora de ensalzar o hundir las propuestas allí presentadas, precisamente durante la edición en la que mayor cantidad de periodistas se han acreditado para el evento (16.000).
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