La trigéso novena edición de la Superbowl ha cumplido con las expectativas depositadas en ella: a la espera de los resultados oficiales que ofrecerá la NFL en las próxas horas, alrededor de 95 millones de espectadores presenciaron a través de la CBS uno de los acontecientos detivos más tantes del año. Sin embargo, los expertos esgren que ha sido una de las peores en cuanto a creatividad publicitaria, dato que coincide con la salida de algunos anunciantes tradicionales del evento, que decidieron reorientar su inversión.
Como cada año –y ya van 39, la Superbowl se ha erigido como el aconteciento detivo más visto del año (salvo aquéllos en los que se celebran campeonatos del mundo de Fútbol o Juegos Olímpicos), con una audiencia aproxada de 86 millones de espectadores sólo en Estados Undios. Precisamente, esta presencia masiva en los televisores de medio mundo ha hecho de la final de la liga de fútbol americano un reclamo comercial sin parangón, en el que veinte marcas han confiado para difundir sus mensajes comerciales…a razón de 2,6 millones de dólares cada 30 segundos, lo que vienen a ser 130 millones los aproxadamente 25 minutos de publicidad que se emiten durante el evento.
‘Gme a Bud Light Feller’, de AnheuserBusch
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce en el mundo de touchdown: a la decisión de anunciantes tradicionales como Unilever, Procter & Gamble, Microsoft o Sony de reorientar sus inversiones en otros eventos se suma la crítica de los expertos hacia la pobre calidad de las piezas emitidas, una gran parte de las cuales (12) se han inspirado en motivos agresivos. AnheuserBusch, con su spot ‘Gme a Bud Light, Feller’, obra de DDB Worldwide, se postula como la vencedora moral de un certamen donde la creatividad ha dado paso a lo políticamente correcto (la empresa cervecera emitió un total de 9 comerciales, uno menos que en 2006).
Por otro lado, destacar las acciones especiales llevadas a cabo algunos de los anunciantes: Pepsico, además de lanzar una lata conmemorativa del evento, dejó en manos del público cuál de los cinco spots que tenía preparados iba a emitir durante el evento de su marca Doritos. Así mismo, Coca Cola volvía al evento casi una década después con una propuesta cargada de ilusión y emotividad. Marcas como FeDex, General Motors o Taco Bell han sido algunas que han confiado en el supertazón para disparar sus ratios de notoriedad.
Independientemente de lo desorbitado de las cifras que maneja (se esta que en los últos diez años se han duplicado las tarifas de emisión), lo cierto es que el submundo publicitario arraigado a la Superbowl perdurará durante muchos años más.
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