Las dificultades del Gobiernode Correa en Comunicación

QUITO (10/02/07) Las cosas también están complicadas para el Ejecutivo de Ecuador en materia de Comunicación, y no sólo las polémicas reacciones del mandatario Rafael Correa ante los medios. Lo más reciente ha sido el tira y afloja entre la Secretaria de Comunicación del Gobierno, Mónica Chuji, y el columnista del diario El Comercio, Fernando Larenas, que dio hecho que la representante del Gobierno legitaba en unas declaraciones el uso de la violencia en las últas manifestaciones. La respuesta de Chuji no se hizo esperar…

Este ha sido el últo episodio de la relación entre el Gobierno y los medios de Comunicación que, aunque en un plazo muy breve, no se ha caracterizado ser de lo más tranquila y Mónica Chuji ha tenido que sortear algunos baches en el camino.

El día 30 de enero el diario El Comercio publicaba una columna firmada Fernando Larenas que comenzaba así: ‘No lo podía creer, la Secretaria de Comunicación, entrevistada Jorge Ortiz, justificaba el vandalismo que se produjo durante el asalto al edificio del Tribunal Supremo Electoral (TSE)’.

Bajo el título ‘El prer gazapo de Chuji’, el columnista hilaba toda una argumentación sobre la base de esa afirmación, en la que Larenas se planteaba la interrogante sobre si los movientos sociales salieran en el futuro a la calle a manifestarse violentamente contra del Gobierno, la Secretaria de Comunicación haría una valoración silar. ‘Cuando eso ocurra, ¿la violencia será buena o mala? No, señora Secretaria, con el mayor respeto que usted se merece, toda violencia es mala’, se respondía a sí mismo.

Larenas pidió a Chuji se permitió recomendarle aprender de la humildad de Gandhi y de los sabios amazónicos, en alusión a su pertenencia a un grupo indígena de esta zona de la geografía ecuatoriana. Y concluía: ‘Estada señora, sea diferente, humilde, no se olvide que el poder no es eterno, alguna vez se acaba, pero los principios y la nobleza son eternos. Con mucho aprecio…’

La respuesta de Chuji no se hizo esperar y, en una carta dirigida al rotativo, explicaba que las afirmaciones de Larenas fueron realizadas ‘a propósito de una aparente justificación de parte de esta Secretaría de Estado, a los violentos actos los cuales un grupo de ciudadanos se tomó  las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral’. La autoridad precisó que ‘en ningún momento y bajo ninguna circunstancia’ ha justificado ni justificará ningún acto violento.

No obstante, aclaró que la interpretación errónea del columnista se debió a que Chuji declaró el respeto del Gobierno a las manifestaciones como forma de libre expresión y rechazó que se crinalice este derecho a través de expresiones como ‘democracia tumultuaria’, de ‘vandalismo’ o ‘forajidos’, que han aparecido en los medios. ‘Aplaudo el hecho de que un medio tan tante como El Comercio se haya convertido en una tribuna de debate a propósito de la reforma política y la reforma económica propuesta   el Gobierno Nacional’.

Pero otros medios de Comunicación también han alertado sobre el manejo de Gobierno en su contacto con la opinión pública. El tal Ciudadanía Informada, ejemplo, da cuenta de lo que ha catalogado como ‘desorganización’ e ‘provisaciones’ parte del Presidente, y se hace eco de informaciones aparecidas en La Hora, El Comercio y la revista Vistazo, que han publicado algunos artículos aludiendo al encontronazo de Correa con una periodista que le enrostró las facilidades que se le da a los reteros de medios de comunicación nacionales frente a los periodistas de medios locales.

La Web también consultó a los antecesores de Chuji en la Secretaría de Comunicación. Tanto Carlos Cortez como Gonzalo Ponce Leiva –ambos fueron parte de los varios profesionales que pasaron la Secretaría durante el Gobierno de Alfredo Palacio manifestaron que era demasiado pronto para hacer una valoración, pero el prero si se tomó la libertad de cuestionar su apuesta los medios alternativos enca de los tradicionales, que ya tienen un sólido camino recorrido en el panorama mediático ecuatoriano. Los medios tradicionales, más consolidados, resultan cruciales para cualquier plan de comunicación de masas, según Cortez.

En fin, esto sólo ha comenzado. Es posible que la Secretaría de Comunicación tome nota de estas críticas veladas y reencauce su estrategia de relación con los medios de Comunicación. Pero, sin duda, podemos afirmar que es demasiado pronto para emitir un juicio lapidario no sólo en materia comunicacional, sino también en la gestión general de la Administración Correa.

Seguiremos Informando…