Juego, set, partido y muerte súbita. El asesino De Juana Chaos ha ganado el pulso que estaba echando al gobierno mientras España entera asiste incrédula al triunfo de este cáncer para la sociedad sin poder ayudarse de la quio. ¿Pulso? En las películas norteamericanas, muy dadas a que sus marines demuestren su hombría a fuerza de bíceps, los dos adversarios luchan hasta las últas consecuencias para no dejar que su brazo caiga rendido contra la mesa. Sin embargo, este ‘mal llamado pulso’ ha estado sentenciado desde el prer momento, desde que aquellos que dicen dirigirnos apelaban a los derechos humanos de este elemento. ¿Pulso cuando no ha habido resistencia sino todo lo contrario?
¡Qué se respete la decisión judicial! y a tragarse un sapo más que enca viene envenenado. Recuerdo cuando en los colegios todavía se estudiaba Historia en mayúsculas, y no esa que dicen ahora. Nos obligaban a aprendernos, casi de memoria, los pilares de toda democracia, la democracia emanada de los principios de la Revolución Francesa en la que el liberalismo proclamaba la separación de los tres poderes, (el legislativo, el ejecutivo y el judicial, lo recuerdo que parece que a más de uno se le ha olvidado) como base de todo régen constitucional.
Ahora los jueces hacen política, el gobierno marca el camino a la justicia y algunos policías dan soplos a una banda terrorista… la democracia que conocemos se tambalea y pocos son los que se atreven a levantar la voz para denunciarlo. Luego vendrán los golpes de pecho y las lamentaciones. Pero será tarde.
El asesino Ignacio De Juana Chaos se va a la calle sin haberse arrepentido de matar a sangre fría a 25 personas, (como se va a arrepentir a 8 meses asesinato) y habiendo apuntado desde la cárcel los próxos seis posibles objetivos de eta en el diario Gara. Pero eso ‘no demuestra pertenencia a banda armada’ han estado nuestros jueces, lo mismo que, casualmente, defendía nuestro gobierno.
¡Respeto a la justicia! ¿A qué justicia? ‘Respeto’ a partir de ahora, al que me obligan las normas establecidas. El respeto, a mi entender, se gana con las acciones y genera además un orgullo hacia aquello en lo que se cree. Pero me niego a respetar esta llamada justicia, la acato pero no la respeto. Hoy he dejado de creer.
Vivos en un país que parece que ha perdido el norte, que va a la deriva, que no se plica, que ni siquiera se siente orgulloso de si mismo sino todo lo contrario, que se avergüenza. ¿Respeto hacia qué, cuando se permite a un representante demandar a una asociación formada VÍCTIMAS del terrorismo acusándola, precisamente, de hacer apología de aquellos mismos que les pegaron un tiro, les dejaron en una silla de ruedas, les extorsionaron, que les mutilaron, que les pusieron un bombazo en su coche, que les robaron la libertad, mientras Pepe Blanco defiende la excarcelación del mayor asesino de la historia de este país?
Se está jugando al mundo al revés y eso es peligroso. La España que conocemos está patas arriba mientras la sociedad camina bocabajo. No creo que peque de ‘fascista’ como dicen muchos que se llenan la boca atacando a todo el que no sigue el ‘pensamiento único’ cuando afirmo que ‘me duele España’ y no peco de ‘fascista o de facha’ entre otras cosas que no lo digo yo, lo dijo Don Miguel de Unamuno (otro olvidado nuestra Ministra de Educación) que no es sospechoso de pertenecer a la extrema derecha…
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