El marketing con causa aterriza en los Príncipe de Asturias

Desde que el diario gratuito de Recoletos viera la luz en enero de 2005, siempre se ha definido su carácter desinhibido y de compromiso social, estas últas en forma de cruzadas: la liberación de Paco Larrañaga, poder salir del trabajo a las cinco de la tarde o ‘el avión de la vida’ han servido al diario para posicionarse en un mercado en el que sus competidores llevaban tiempo asentados. Sin embargo, llama la atención de que la Fundación Príncipe de Asturias haya aceptado la candidatura de la cabecera para sus premios en la categoría de Cooperación Internacional. ¿Triunfará el g con causa?

El 9 de enero de 2006, el Diario Qué! anunciaba su intención de proveer de asistencia sanitaria a alrededor de cuarenta niños iraquíes en un proyecto que denominó ‘El Avión de la Vida’. Desde ese momento, las peripecias de los responsables de la cabecera tierras árabes fueron narradas exhaustivamente en las ediciones siguientes del gratuito, a quienes muchos criticaron utilizar indiscrinadamente la agen de unos niños enfermos y de sus familiares desesperados para incrementar su difusión (llegaron incluso a publicar la foto de los menores fallecidos durante su estancia en nuestro país).

Esta forma de g con causa (que es donde entra ‘El Avión de la Vida’) ha logrado lo que otros muchos abnegados no han logrado en toda su trayectoria: el reconociento – al menos parcial de una institución como la Fundación Príncipe de Asturias, quien ha considerado pertinente aceptar la candidatura del diario para optar a un premio que han ganado Bill Gates, Lula da Silva o Nelson Mandela, entre otros.

Sin embargo, con esta nominación, se reabre el eterno debate acerca de dónde establecer los límites para promocionar un producto, persona o institución, y cómo acciones de este tipo luego son enmascaradas bajo el paraguas de la Responsabilidad Social, con el consiguiente descrédito de ésta.

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