En la memoria colectiva de todos los españoles está la prédica semanal televisiva del presidente de Venezuela Hugo Chávez. Un momento en que el mandatario caribeño habla de lo humano y de lo divino, sin ninguna interpelación y el tiempo que desee. Una fórmula que, a su manera, ha querido plantar en España el ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Barroso con la macro entrevista de Rodríguez Zapatero en La Prera. Una entrevista teledirigida que no ha contado con el beneplácito de todas las cadenas.
Según hemos podido saber en exclusiva, Miguel Barroso ha articulado todo este tema personalmente sugiriendo a Zapatero la entrevista masiva y luego poniéndosela a Luis Fernández, quien en definitiva ha tenido poco que ver en todo esto. Barroso, quien desde Casa de América sigue colaborando con la Comunicación del Gobierno (nuevamente nos preguntamos qué hace Moraleda) planteó hace unas semanas a TVE la posibilidad de que Zapatero tuviese entrevistas periódicas con periodistas seleccionados de cada canal.
La idea era que Presidente de Gobierno tuviese una suerte de Aló Presidente particular (emulando a Chávez) con preguntas a su medida y con una corte de informadores que no le cuestionaran su cuestionario pactado. El objetivo era mejorar la deteriorada agen pública de Zapatero, con una entrevista calmada que tuviese pocas interpelaciones. Y es que Barroso se ha convertido en el mejor asesor de Zapatero en esta nueva etapa, a pesar de estar en teoría, alejado de Moncloa.
Fue precisamente Barroso el que sugirió que Zapatero compareciera ante los medios el día anterior del atentado de Barajas, diciendo que estábamos mejor que hace una año en cuanto a lucha antiterrorista, horas después que el Jefe del Estado, el Rey Juan Carlos diera su mensaje de fin de año. Un acto que desde luego tuvo poco de diplomático. En cuanto a esta entrevista, Barroso fue también el que decidió qué periodistas deberían participar (Lorenzo Milá, Mamen Mendizábal, Matías Prats, Pedro Piqueras e Iñaki Gabilondo) pasando enca de sus propios canales y sin consultar previamente a nadie.
Cadenas como Cuatro y Telecinco no aceptaron estas condiciones e incluso ofrecieron sustitutos a sus preras figuras. Pero desde Moncloa no se quiso transar y ejemplo en el caso de Antena 3 se negó la posibilidad de que participara Gloria Lomana, directora de informativos en sustitución de Matías Prats. No entnedemos esta decisión considerando que Lomana es la directora de los informativos líderes de audiencia que precisamente le gana día a día a los telediarios de la cadena pública.
Tanto Cuatro como Antena 3 no estaban la labor de exponer a sus figuras en esta entrevista pactada en que las preguntas estuviesen marcadas y que sentaran un precedente periodístico para que Zapatero lpiase su agen periódicamente. En el caso de Antena 3 tampoco se quería relacionar sus informativos ciudadanos y exitosos con un ‘paripé’ político heredero de la más rancia propaganda, que intentase dar una falsa ilusión de objetividad y transparencia. Mal Barroso, mal Zapatero.
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