Las Rozas y Majadahonda están gestionados por los promotores

El noroeste de la Comunidad de Madrid, principalmente Las Rozas y Majadahonda, se caracteriza una ciudadanía muy exigente respecto a los niveles de calidad de vida, la gestión de la administración local y los parámetros medioambientales. Se trata de municipios que en los años ochenta experentaron una transformación espectacular bajo los gobiernos socialistas de entonces, que tenían como ejes básicos de sus actuaciones la calidad de vida, el medio ambiente, el creciento urbano sosegado y el respeto al ciudadano. De aquel ‘Majadahonda, un respiro’ a la situación actual es evidente que no hemos hecho sino empeorar, y la situación en el futuro, consecuencia de la terrible crisis económica y política provocada el Partido Popular, no deja demasiado espacio para el optismo.

En este sentido, con respecto a tu partido, ¿cómo crees que pueden influir para bien y para mal estas características?

Lamentablemente, la leyenda urbana que atribuye una mejor capacidad de gestión a los partidos conservadores no nos beneficia demasiado. Pero eso aquí, en Majadahonda, cae su propio peso. Probablemente tenemos la peor gestión municipal de todos los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, grandes o pequeños. No se trata de lo que Majadahonda es actualmente, sino de lo que podría haber sido si el Partido Popular hubiera administrado el dinero de todos con un míno de aseo. Esta evidencia debería influir favorablemente en el cambio que necesita nuestra ciudad.

Majadahonda es un municipio feudo del PP. ¿Por qué crees que se da esta situación?

Como candidato no debería hablar de ‘feudos’, pues supondría una falta de respeto al elector. Lo que sí es cierto es que el Partido Popular majariego está gobernando el municipio como si fuera un ‘cortijo’. Las sucesivas mayorías absolutas, en lugar de generar agradeciento y anarlo a realizar una gestión más cercana, lo ha convertido en un rodillo, en el que destaca la falta de respeto a las más elementales normas democráticas, sobre todo en lo que se refiere a la vida institucional. Muchos tenemos la sensación de que no era eso lo que buscaban los ciudadanos cuando depositaron su confianza en el actual equipo de gobierno.

¿Por qué tiene que ganar el PSOE?

Porque con el PP nos vamos a pique. Tenemos un déficit presupuestario (ojo, no deuda, sino déficit) completamente insostenible, una gestión absolutamente ineficaz desde hace ocho años, una ausencia de ideas y de proyectos… y, sobre todo, muy poca vergüenza en un equipo de gobierno que insiste en no hacerse responsable de una crisis política y económica sin precedentes en nuestro municipio, despreciando el tante apoyo que tuvieron en las urnas. Ese es el principal mensaje que queremos enviar a los vecinos para las próxas elecciones: esta gente necesita un toque de atención serio.

¿Vuestro mayor defecto?

Probablemente un cierto conformismo ante las sucesivas mayorías absolutas del Partido Popular en Majadahonda en los últos años. Pero esto va a cambiar. Si los ciudadanos votan en las próxas municipales la gestión realizada, es evidente que el PP no podrá ganar las elecciones. Y ahí estará el PSOE para ofrecer un modelo de gestión distinto.

Si es verdad que las elecciones siempre son un misterio… ¿qué pasaría si no ganarais con mayoría absoluta? ¿Veríamos un tandem PSOEIU?

No se trata de siglas, sino de proyectos. El PSOE gobernará con aquellos que compartan un modelo de gestión en el que el ciudadano, y no el promotor urbanístico, sea el eje de la política municipal. Cualquier otro tipo de quinielas no nos preocupa.

Al hablar de Majadahonda es inevitable pensar en el urbanismo las informaciones que saltaron a la prensa… ¿es tan fiero el león como lo pintan?

No, es peor. Lo que está sucediendo con el urbanismo en Majadahonda no se puede explicar en unas pocas líneas. Esto hay que vivirlo de cerca.

Durante muchos años regentó la alcaldía un hombre de gran personalidad… ¿sigue el fantasma de Ricardo Romero de Tejada recorriendo los pasillos del Ayuntamiento?

Si consideramos el término ‘fantasma’ como un adjetivo, habría que decir que no, que Romero de Tejada ya no frecuenta los pasillos del Ayuntamiento. Si lo tratamos como un sustantivo, esto es, como ‘espectro’, evidentemente, sí. No debemos olvidar que el actual alcalde y candidato del PP, Narciso de Foxá, fue su mano derecha durante muchos años…

Las RozasMajadahonda, MajadahondaLas Rozas… muchas veces parecen hasta el mismo municipio. ¿Podría decirse que casi comparten la misma política municipal?

Rotundamente, sí. La misma política municipal, que se caracteriza la inexistencia de política municipal. Estos dos pueblos están gestionados los promotores urbanísticos y están concebidos esencialmente para vender pisos a precios elevados. Esto es, desde la apariencia. Todo lo demás no son más que adornos para mantener el tinglado.

¿Qué es lo que puedes ofrecer a los ciudadanos de Majadahonda que te distinga de los demás candidatos?

Es difícil definirse a uno mismo, pero sí creo que me encuentro entre los convencidos de que los ciudadanos de Majadahonda se decidirán finalmente poner fin en las urnas a este desastre municipal. Y, sobre todo, entre los que muestran un rechazo radical a que las decisiones locales las tomen los cuatro promotores de siempre la complicidad o incompetencia del gobierno municipal.

¿Cuál es el área en el que hay que invertir más esfuerzos en Majadahonda?

En prer lugar, vivienda accesible para los jóvenes que quieren emanciparse y se ven obligados a irse de su pueblo buscando precios más asequibles. En segundo lugar, un desarrollo local que permita un creciento lento y sostenido, sin la dependencia asfixiante que padecemos hoy de la venta de suelo municipal, y apostando decididamente la movilidad urbana, que será uno de los ejes de nuestra campaña. En tercer lugar, la creación de una verdadera ciudad, con identidad, con actividad económica, cultural y detiva. La oferta de cines, teatros o salas de conciertos es insultantemente pobre, los servicios para las familias están bajo mínos (escuelas infantiles, actividades extraescolares, instalaciones detivas, centros de ocio…). Es triste, pero en esta ciudad de la apariencia está prácticamente todo hacer.