LATAM (26/02/07) Dice que, cuando uno entra a un tribunal mexicano, debe hacerlo con el mismo espíritu con el que se entra a un casino de Las Vegas: no sabes cómo te va a ir. Con esta valoración tan gráfica describe la situación problemática del periodismo en su país Ugo Pipitone Allione. Licenciado en Economía y Comercio y profesor del CIDE, el coordinador del número 0 de la revista ‘Pensamiento Iberoamericano’ ha dialogado con PRLatam sobre la situación de la región y sus desafíos para el desarrollo.
Usted está al frente de este número 0 de ‘Pensamiento Iberoamericano’…
Exactamente, sólo de ese número. Luego, cada número va a tener una pareja de coordinadores.
Desde la últa publicación de ‘Pensamiento Iberoamericano’ en 1998, ¿cómo se ha replanteado esta publicación y cómo se presenta ahora a los lectores?
Yo diría que son dos épocas muy distintas. La prera época de Pensamiento Iberoamericano correspondía a un momento de la reflexión científica en economía, en temas de desarrollo, que evidentemente ha periclitado respecto al presente. Ahora tenemos una multiplicidad de problemas que son inéditos y que requieren paradigmas de reflexión distintos respecto al pasado.
En la prera época, el ‘Pensamiento Iberoamericano’ estaba en la ola alta de una corriente de pensamiento que se ha modificado radicalmente. Estoy pensando en los años 70, antes del naciento de ‘Pensamiento Iberoamericano’. Un conservador como Richard Nixon podía decir ‘ahora todos somos keynesianos’. En la actualidad, un signo de cambio es que ahora nadie es keynesiano. Entonces, la nueva época de ‘Pensamiento Iberoamericano’ está forzada a ser parte de la construcción de nuevos paradigmas, tanto de reflexión como de política económica.
¿Cuál es el lector perfil del lector de su publicación?
Esta es una gran pregunta para la que no tengo una respuesta. En la prera época fue un punto tante de referencia tanto para estudiosos como para políticos. Tengo la presión que políticos, estudiosos y el público culto interesado en América Latina siguen siendo los espacios privilegiados a los cuales la revista se dirige.
Como coordinador del número 0 de la revista, ¿cuáles serán los principales temas de este número?
Son muchos. Por lo pronto tenemos un artículo de José Luís Machinea, director general de
Como profesional de la economía, ¿cuáles serán los principales desafíos del Gobierno de Felipe Calderón en esta materia?
Esa es una pregunta muy compleja, en la que hay que señalar dos o tres cosas. México tiene un problema grave desde la prera mitad de los años 60, en que el país perdió en la agricultura uno de los motores principales tanto para el creciento económico como instrumento de integración social regional. Yo creo que la agricultura es sin duda uno de los temas electorales. El otro tema tiene que ver con el hecho de que México sigue siendo un país que cuando crece, crece mal, y en las últas décadas ha crecido poco, con una media per cápita en el últo cuarto de siglo inferior al 1%.
¿Qué significa crecer mal?
Crecer mal quiere decir que el creciento no arrastra consigo una oleada tante de integración social. En México tenemos un problema de creciento con pobreza. Tenemos alrededor del 40% de la población que vive con menos de dos dólares al día. Evidentemente, la distribución del ingreso y la pobreza constituyen los dos temas esenciales.
Un tercer tema es la relación con Estados Unidos. El Nafta, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ha tenido desde que se creó, el 1 de enero de 1994, un tante éxito sobre todo en la modernización del perfil extador del país. Sin embargo, es un éxito para el centronorte del país pero no en el sur.
Y el otro problema, en el terreno de la política, es que se ha creado una situación de gran tensión en estas elecciones, alegando un presunto fraude electoral sobre el cual me surgen mis legítas dudas. La izquierda mexicana y, sobre todo, Andrés Manuel López Obrador, ha convertido las protestas contra las elecciones en un caballo de batalla que podría ser un factor de, no diría inestabilidad, pero sí de inquietud para los próxos años y éste es un reto que podrá a prueba la capacidad de Felipe Calderón para construir los consensos necesarios y en el corto mediano plazo para enfrentar el problema de la reforma del Estado, que s un tema que abarca décadas de historia mexicana y sobre el cual hay un acuerdo prelinar en el Congreso para que esta reforma se conduzca en el plazo de un año a partir de ahora. Este será un banco de prueba para medir la capacidad de guiar la transformación tanto económica como política del país.
México ha sido clasificado varias organizaciones de libertad de prensa como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, ¿qué cambios harían falta para que el profesional mexicano se sienta independiente y libre de presiones?
Digamos que aquí tenemos una historia infausta que duró 70 años en que el periodismo funcionaba, era en alguna medida tan corrupto como las instituciones dentro de las cuales se movía. Las cosas han cambiado, el PRI ha sido derrotado en las elecciones del 2000. Ciertamente quedan vicios en ese sentido tantes. Pero lo que quiero decir es que la mayor garantía para que la actividad del periodista sea menos arriesgada de lo que es ahora, es una profunda reforma del sistema judicial del país. Hace 3 ó 4 años vino un visitador de las Naciones Unidas a México, cuando salió del país hizo la siguiente declaración: ‘el 50% de los jueces mexicanos es corrupto’. Eso significa que, cuando uno entra a un tribunal, entra con el mismo espíritu con el cual podría entrar en un casino de juegos de Las Vegas. Despende de si me va bien o me va mal. Y con un sistema judicial de ese tipo la punidad es uno de los factores que pulsa más la crinalidad en general y en especial la crinalidad dirigida contra los periodistas incómodos.
¿Tienen miedo los periodistas de expresar sus opiniones en México?
Sobre todo tienen miedo de tocar algunos puntos que son muy sensibles. Uno de ellos es evidentemente el narcotráfico y el otro, entre varios más, es el de las relaciones entre el narcotráfico y la política. Digamos que son temas que ponen al individuo en línea de fuego.
¿Cree que los periodistas, en general, cuentan con la formación adecuada para tratar temas económicos?
La cosa ha mejorado mucho en los últos 10 o 15 años. Hace 15 años te hubiera respondido a esa pregunta de forma muy distinta de la que puedo hacerlo ahora. Creo que el periodismo ha mejorado sustantivamente en México en la últa década y media. También ha aumentado la capacitación profesional de los periodistas. Estoy pensando en El Economista, El Financiero,… periódicos especializados en temas económicos y en general la sección económica de varios periódicos. Digamos que están entre un nivel medio y un nivel bueno.
Usted es profesor en el CIDE, ¿cómo definiría a la generación que llega?¿Cree que se rigen diferentes valores?
Aquí no puedo decir generalidades como he dicho hasta ahora, pero la presión que tengo es una generación menos ideologizada, pero al mismo tiempo más confundida y desorientada, con vocaciones profesionales incluso más inciertas, más dudosas acerca de sus propias perspectivas tanto individuales como profesionales. Debo decir al mismo tiempo que siendo el CIDE una institución académica de excelencia, los estudiantes del CIDE, tal vez, sean un poquito distintos respecto al resto. Pero digamos, el desconcierto es dato generacional.
En Latinoamérica se ve el surgiento de Gobiernos de dos izquierdas algo distintas, ¿cómo cree que esto puede incidir en el atractivo de la región de cara a la inversión extranjera?
Me resultaría difícil aginar que pueda haber un grupo de inversiones extranjeras tantes en el mediano futuro en países como Bolivia, Venezuela y, no quiero anticiparme a la historia, pero tal vez como Ecuador en el futuro. Me resulta mucho más fácil aginar que las inversiones extranjeras no sean determinadas el color político de la izquierda cuando hablamos de países como Brasil o como Chile, países que han tenido un comtamiento desde el punto de vista de los flujos de capitales de corto y largo plazo bastante dinámicos. Ahí la diferencia clave está entre una izquierda populista, que intenta conquistar su propia legitación a través de medidas de gran pacto popular pero que, evidentemente, espantan a los inversionistas, sobre todo en el terreno de la seguridad de sus inversiones. Mientras que el discurso es distinto, ahí donde la izquierda que gobierna es una izquierda no populista, como en Brasil.
¿Ha leído algunos periódicos o revistas españolas?
Si, leo revistas y periódicos de aquí. Debo decir que estoy suscrito y todas las mañanas, cuando el mensajero llega, que no ocurre todos los días, leo El País, que me parece un periódico extraordinario. Sobre todo un periódico que toma la decisión de dedicar las preras páginas de sí mismo a la sección internacional. Me parece un hecho culturalmente revolucionario respecto a la retórica de ese españolismo franquista, encerrado en su propia presunta ética o política que fuese. Conozco muy poco los periódicos españoles y los pocos que conozco me parecen excelentes, entre ellos, el prero El País.
¿Los latinoamericanos tratan mucho temas internacionales o son más cerrados respecto a tratar esos temas exteriores?
Digamos que aquí la geografía es evidentemente tante. Para nosotros, temas internacionales cuando digo nosotros, me refiero a México son, sobre todo, sobre ese proceso entusiasmante, difícil y complejo pero esencial que es la construcción de
