El servicio de Emergencias Sociales atendieron el años pasado 3000 casos con una media de ocho intervenciones diarias, aumentando en un 45% repecto al 2005, la mayoría en la capital.
El balance del Servicio regional de Emergencias Sociales durante 2006 arroja una media de ocho intervenciones diarias. Del total de actuaciones, tres de cada cuatro el 77% tuvieron lugar en Madrid capital, repartiéndose las demás entre el resto de municipios de la Comunidad, con especial incidencia en los casos de Leganés, Móstoles, Getafe y Fuenlabrada, que sumaron cada uno más de medio centenar de actuaciones.
El número de casos de urgencia social en 2006 ascendió a 3.061, que se cubrieron a través de las unidades móviles de este servicio, vehículos que asisten a las personas y familias que precisen una intervención social inmediata. Este volumen de casos supone un incremento del 45% respecto a 2005, cuando se produjeron 2.124 intervenciones. Además, gran parte de las urgencias sociales se efectuaron la noche 43% de los casos, en un 30% fueron la mañana y en un 27%, la tarde.
La mayor parte de las intervenciones se realizaron con personas sin hogar, personas plicadas en conflictos familiares e inmigrantes en riesgo social. No obstante, las unidades han cubierto casos de asistencia social como el que se prestó a un autobús procedente de Marruecos que sufrió un accidente en la A1 el pasado verano o los preros servicios que acudieron a la T4 el 30 de diciembre tras el atentado terrorista.
La presidenta regional, Esperanza Aguirre, acompañada la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Beatriz Elorriaga, ha presentado este balance en un acto junto a un centenar de voluntarios de este servicio, integrado en el Plan de Emergencias de la Comunidad de Madrid, el cual es coordinado la Consejería de Justicia e Interior.
Este servicio es prestado un centenar de profesionales, entre los que se encuentran trabajadores sociales, auxiliares de servicios sociales y administrativos, psicólogos e intérpretes. Cuenta con una Central del Servicio, emplazada en el número 9 de la madrileña calle Ruiz, que recibe la información de los casos derivados desde el 112 y es la encargada de valorar el tipo de intervención que se sigue ante cada situación.
Además de estos vehículos de urgencia, el Servicio de Emergencia Social dispone de plazas asistenciales y un cuerpo de 400 voluntarios formados para actuar ante grandes catástrofes humanas y sociales. También facilita alojamiento alternativo en hoteles o pensiones y puede ofrecer un servicio de intérpretes de nueve idiomas y de lenguaje de signos y acompañamiento social de urgencia, así como un equipo de psicólogos para la contención ante situaciones crisis.
El Gobierno regional invertirá durante los próxos cuatro años más de 6,2 millones de euros en el manteniento de estas cuatro unidades móviles, que funcionan desde principios de 2005. Los vehículos están adaptados para que puedan ser utilizados personas con movilidad reducida y tienen capacidad para trasladar a, al menos, siete personas. El equipo técnico de cada unidad está compuesto un conductor, un trabajador social que es el responsable de la unidad y un auxiliar de servicios sociales.










