Una de cada cuatro personas mayores de 65 años podría desarrollar dependencia, cifra que asciende al 50% en los de más de 80 años. Así lo afirmó el doctor Leocadio Rodríguez Mañas, geriatra del Hospital de Getafe (Madrid) y miembro de
Según explicó este geriatra, la fragilidad (o la vulnerabilidad de una persona al desarrollo de dependencia) constituye uno de los grandes desafíos de la medicina geriátrica. Por ello, una de las apuestas de los geriatras se centra en la prevención, siendo la nutrición y el ejercicio las claves de la misma.
Esto que la fragilidad de un individuo está relacionada en gran medida a la pérdida de su masa muscular, lo que resulta clave la promoción de hábitos alentarios adecuados desde etapas tempranas y de ejercicio físico, tanto aeróbico (andar, nadar) como el anaeróbico (levantar pequeños pesos).









