Lo hemos dicho muchas veces. Mikel Lejarza utilizará los meses que quedan hasta el verano como banco de pruebas para probar lo que será la próxa temada. No sabemos si la apuesta de Cafetería Manhattan entra en este contenedor, aunque lo cierto es que si se quería revolucionar las tardes con este nuevo producto, estamos muy lejos del objetivo. En sus dos preras emisiones no ha conseguido interesar a la audiencia, y eso pese a la brutal campaña de promoción desplegada Antena 3: 12,5% el lunes y 11,3% el martes.
Lo visto estos dos preros días de la semana no lleva visos de emular el inesperado éxito de Yo Soy Bea en Telecinco. Y es que al equipo de guionistas de Cafetería Manhattan se le ha olvidado incluir algo esencial: una historia, una trama. No todo pueden ser historias basadas en lo que les ocurre a unos personajes más que tópicos, interpretados unos actores a los que vemos haciendo exactamente lo mismo que en otras series. Miki Nadal hace de Miki Nadal tanto aquí como en Sé lo que hicisteis la últa semana en la Sexta, Yolanda Ramos repite rol, no hablar de Santi Rodríguez, el frutero de 7 Vidas, que parece haber sido el heredero del ‘Kasi ke no’. Si esto es parte del acuerdo logrado con Globomedia, Antena 3 debería revisar mejor los productos que se le mandan desde la factoría de programas.
Los guiones no terminan de cuajar, y las supuestas alusiones a la actualidad nacional (otro de los supuestos ganchos de la serie) van cogidas con pinzas y muy condicionadas los personajes: ¿un taxista ‘facha’ hablando de la manifestación del PP del sábado, comparándolo con el BarçaMadrid? ¿Alguien en un bar sabe realmente las cifras si no las está leyendo en el periódico? ¿Alguien pensó que se podía hablar de la crispación que vive España con la poca gracia y delicadeza con la que lo hicieron en su debut los personajes de la serie?
Salvando las distancias, lo que vos ayer era una réplica algo más trabajada del hotel que regentaba Lolita en otro producto de Antena 3, pero esta vez salido de la mente de la factoría Moreno: La Sopa Boba. Los dos éxitos del mediodía actual tienen algunos puntos que los hacen diferentes: Amar en tiempos revueltos su situación en una época de España determinada, y unos personajes muy trabajados (algo que suele ocurrir en la factoría Benet i Jot). En el caso de Bea, la historia es conocida, pero pasado un tamiz de exageración que la hace diferente y muy bien adaptada, algo clave en una historia que además ya vos en su día, precisamente gracias a A3.
Javier Pérez de Albéniz criticaba en su blog este nuevo invento diciendo que echaba de menos los guiones de un clásico como Cheers. Y tiene razón. Con unos buenos guionistas, la vida puede pasar sin que pase nada. Pero con una buena trama detrás.
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