Es una obra de arte de valor incalculable que se enfrenta al desafío de viajar durante 12 horas desde Roma a Tokio. Ante los riesgos que corre y las aprensiones de algunos italianos, el cuadro
En la ciudad nipona se espera con expectación el arribo de la magna obra, que formará parte de una exposición sobre Italia que se inaugurará el próxo 21 de abril. El largo viaje que ha emprendido a Japón ha desatado algunas críticas en su país de origen el temor a que el centenario cuadro se dañe. Pero, como más vale prevenir que curar, ha sido envuelto en un contenedor de gran resistencia a golpes y aplastamientos, pero ligero de peso, diseñado especialmente para uso aeronáutico y bajo secreto industrial.










