La sede de la Comunidad de Madrid reunía hoy a los colectivos antiparquímetros que demandaban a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que cumpliera su promesa de reunirse con ellos para tratar la polémica instalación de postes que regulan el estacionamiento en la mayor parte de las calles madrileñas. Los vecinos que se oponen al servicio de regulación han indicado que no se moverán de allí hasta que se les reciba , reiterando la demanda de escucha que les fue negada el pasado día 7, cuando la presidenta anuló su reunión convocada con los perjudicados motivos de una apretada agenda.
La sede de la Comunidad de Madrid reunía hoy a los colectivos antiparquímetros que demandaban a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que cumpliera su promesa de reunirse con ellos para tratar la polémica instalación de postes que regulan el estacionamiento en la mayor parte de las calles madrileñas. Los vecinos que se oponen al servicio de regulación han indicado que no se moverán de allí hasta que se les reciba , reiterando la demanda de escucha que les fue negada el pasado día 7, cuando la presidenta anuló su reunión convocada con los perjudicados motivos de una apretada agenda.
Según indicó entonces un representante del colectivo de vecinos, el hecho de que Aguirre no cumpla su requisito de reunirse con el colectivo para tratar este polémico tema, será considerado “una grave ofensa” para la vecindad. Ante la negativa de Aguirre de reunirse entonces, el Gobierno Regional dejó pendiente está reunión bajo la promesa de escuchar sus demandas.
Algunos de los presentes que arribaban ante la sede de la Comunidad de Madrid a las 11 de la mañana de hoy declaró a Europa Press que ya “han pasado 12 días y tan sólo hemos obtenido la callada respuesta”. Los concentrados aseguraban que permanecerán allí el tiempo necesario hasta que Aguirre cumpla su promesa y sean escuchados.
En palabras de los propios convocados, hace un mes que se solicitó escrito la reunión con la presidenta, ante la negativa del alcalde Alberto Ruíz Gallardón de mediar la polémica situación estar fuera de sus capacidades y competencias.
Un estudio realizado las plataformas anti SER indicaba que el 30% de los 5.000 parquímetros que hay instalados en los distritos periféricos de Carabanchel, Fuencarral, Hortaleza y Tetuán no funcionan. Es más, en el caso de Carabanchel, los estudios empíricos afirmaban que no estaba en funcionamiento ni un solo parquímetro de la zona, como resultado del vandalismo que protagonizan estos postes de regulación del estacionamiento.
Para los vecinos de la Comunidad de Madrid estos datos resultan aún más denunciables, pues en ocasiones deben abandonar su coche a expensas de ser multados, y sin poder poner las medidas administrativas que ofrecen los parquímetros no estar en funcionamiento.
El vandalismo del últo año en la Ciudad de Madrid ha estado protagonizado notablemente la ruptura de estos parquímetros que no son bien aceptados los usuarios de los vehículos privados.
El vandalismo de las calles que se ensaña cada semana con estos expendedores de tiempo de aparcamiento, es en muchas ocasiones el motivo del mal funcionamiento de los parquímetros. En casos extremos los actos vandálicos contra esta medida han llegado al terreno personal, siendo víctas de la violencia aquellos trabajadores encargados de multar a los vehículos sin ticket.
Aunque pagar aparcar no este al gusto de ningún madrileño, la ruptura de media de cuatro parquímetros al día supone un gasto incalculable para los propios ciudadanos, además de la consecuente molestia de no poder comprar el ticket de turno o tener que marcharse a buscar un lugar donde si se pueda estacionar sin que podamos encontrarnos un papelito en nuestra luna al regreso. El arreglo de cada una de las máquinas cuesta 7.000 euros.