‘Un indicador claro de RSC es la capacidad de transformación social’

Ha sido la cara visible de la organización del I Congreso Internacional de Comunicación Corativa que se celebró la semana pasada en la ciudad de Salamanca. Ángel Losada cree firmemente en la necesidad de crear un lugar de encuentro entre el mundo académico y el profesional, donde se estudie científicamente las experiencias sobre Responsabilidad Social Empresarial y se contribuya a obtener algunos consensos necesarios en esta materia. Desde su punto de vista, la rentabilidad de estas prácticas está muy clara.

¿Cuál es su evaluación crítica de estos tres días que ha durado el I Congreso Internacional de Comunicación Corativa?

Yo la haría en tres niveles. Un prer nivel, que tiene que ver con los objetivos estructurales del Congreso. Y es que esta mesa no se cierra; de hecho, la conferencia de clausura pretende seguir abriendo el enfoque para trabajos posteriores. Pero la prera conclusión es que hemos logrado un objetivo tante que es crear una estructura permanente para la investigación, la formación y para la transferencia de conociento en materia de Comunicación estratégica a las empresas en situaciones más próxas a nuestro ámbito de trabajo. Existe ya en este momento el compromiso de las entidades colaboradoras y patrocinadoras de dar continuidad a esta estructura, no solamente al Congreso, sino de permitir que entre los encuentro de cada año haya proyectos e investigaciones y capacidad para transformar la sociedad en lo que tiene que ver con el comtamiento de las empresas y de la administración en materia de Comunicación corativa.

¿Qué otras conclusiones saca?

Una segunda conclusión tiene que ver con el hecho de que la esfera de lo público y lo privado aparecen absolutamente desdibujadas cuando hablamos con temas que tienen que ver con el desarrollo económico, pero también con el desarrollo social y de la persona. Los datos que se han presentado sobre la relevancia de la Comunicación social en las empresas, en algunos ámbitos demuestran que el sector privado es el que puede desarrollar determinadas actividades y funciones que en un momento dado se han considerado como única responsabilidad de los gobiernos. Es decir, la necesaria integración de las estrategias institucionales, de la administración y de las empresas. Y la tercera conclusión tiene que ver con los conceptos. Este Congreso permite que se enfoque el debate clásico sobre cuáles son los conceptos que tiene que ver con la conducta social de la empresa. La conferencia de Juan José Almagro (director de Comunicación y Responsabilidad Social de Mapfre) va a hablar, a partir de una serie de reflexiones sobre la responsabilidad social de la empresa, en qué medida hay conceptos que se usan como sinónos pero, en realidad, son diferentes, como el de gobierno corativo, el de acción social y de responsabilidad social de la empresa. Esta últa tiene relación con la estrategia de la misma empresa.

A partir de ahora, ¿qué va a hacer concretamente la Universidad Pontificia de Salamanca para dar continuidad a esta reflexión?

La idea es que a partir de la semana que viene se concrete la firma de un protocolo de intenciones parte de la Universidad y de las entidades colaboradoras y que, a partir de ahí, se haga un calendario. Hay dos niveles de actuación: el prero es preparar el Congreso del año que viene y, a nivel interno, la universidad tiene una petición formal y académica de una estructura estable.

¿Se trata del nuevo Instituto?

Sí, es el Instituto de Comunicación y Desarrollo Corativo, que contribuye al desarrollo social. En paralelo, de aquí al mes de junio, la idea es gestionar el programa de actuaciones del próxo año y crear esta nueva estructura.

¿Cuándo estará en marcha?

La idea es que esté operativo para el próxo curso, desde octubre. Pero para conseguir eso. Habría que avanzar en todo este trámite interno de aquí al mes de junio.

¿Quiénes son las entidades que os apoyan?

Aparte de Mapfre, que aparece como coorganizador, la Junta de Castilla y León, Novartis, que también va a continuará, y 3M. También la empresa que ha creado el Ayuntamiento de Salamanca para la promoción del turismo y de la Comunicación del patronio histórico y artístico. Además, hay tres asociaciones profesionales, como Forética, Dircom y el Club de la Comunicación.

Normalmente el mundo profesional y el académico están distanciados, ¿cómo se puede sacar provecho de estos dos ámbitos de conociento?

Por esa razón queremos crear una estructura que tenga legitidad académica, pero con autonomía y flexibilidad, que permita que Universidad y empresa avancen al mismo tiempo.

Ha quedado claro que no hay consenso en el concepto de RSC, ¿cómo se puede resolver esta situación a la hora de la práctica?

Es cierto que no hay claridad ni sobre los conceptos ni términos, ni siquiera en cuanto a la metodología. Lo que se puede hacer en este plano es analizar de una manera científica las distintas experiencias, extrayendo conclusiones que sean aplicables a nivel general. Eso es lo que falta hacer.

¿Es rentable la RSC para las empresas?

Eso ha quedado absolutamente claro.

¿Y cómo medirlo?

El indicador más claro es sobre la base de la capacidad de transformación social.

Y en cuanto a los medios de Comunicación, parece haber una cierta confusión en los términos, ¿lo cree así?

El rol de los medios de Comunicación es, precisamente, ser el amplificador de los mensajes, las actividades y la conducta de la empresa. Lo cierto es que los medios de Comunicación también son empresas y, de alguna manera, habría que hacer una incidencia no sólo en que los medios consigan difundir la conducta de todas las empresas, sino que lo apliquen también en sus propias estrategias.

Una evaluación global: ¿en qué posición se encuentra España en relación con Latinoamérica, Estados Unidos o Europa en RSC?

Yo creo que en algunos ámbitos, desde el punto de vista de generación de estructuras, España está delante del ámbito latinoamericano. Pero yo creo que existen experiencias más ricas en Latinoamérica, a nivel cultural y de conducta de empresas, que no están formalizadas. Hay un caldo de cultivo con mayor valor potencial que habría que consolidar y rentabilizar.