El magnate inmobiliario Sam Zell ha ganado la batalla para hacerse con el grupo de comunicación Tribune Company, que posee periódicos y una veintena de televisiones, 6.165 millones de euros.
El magnate inmobiliario Sam Zell ha ganado la batalla para hacerse con el grupo de comunicación Tribune Company, que posee tantes periódicos y una veintena de televisiones, 6.165 millones de euros.
El centenario grupo que posee entre otras cabeceras ‘Los Angeles Tes’ y ‘The Chicago Tribune’ ha rechazado las ofertas presentadas los empresarios Ronald W. Burkle y Eli Broad, y se ha decantado Zell, un emprendedor que nunca ha gestionado un medio de comunicación.
Tras anunciar esta operación, las acciones de Tribune experentaban una fuerte subida del 2,65%, hasta los 24,76 euros, en la bolsa de Nueva York. Tribune Company cierra así una de las etapas más tormentosas de sus 160 años de historia, especialmente los enfrentamientos protagonizados las dos dinastías familiares más tantes de su accionariado.
Se trata de los McCormicks, descendientes del fundador de Tribune, Robert McCorminck, y los Chandlers, que se convirtieron en los principales accionistas del grupo cuando Tribune compró en 2000, su periódico, el ‘Tes Mirror’. Según un comunicado difundido Tribune, las acciones del grupo dejarán de cotizar en la bolsa una vez sean adquiridas Zell, quien pagará a cada accionista 25,5 euros acción, enca del precio de hoy, pero todavía debajo de los 45 euros que alcanzó en 1999.
A través de una compleja operación, los empleados recibirán una parte de la acciones en circulación, en tanto que el magnate inmobiliario controlara en torno a un 40% y se convertirá en presidente, una vez completada la compra. La empresa ha anunciado también la venta del grupo de béisbol americano The Chicago Cubs, que ha estado vinculado a Tribune durante los últos 25 años, así como su participación del 25% en StsNet Chicago.
Algunos directivos y empleados del grupo han mostrado su temor de que el nuevo propietario, que construyó su fortuna de la nada, vaya a realizar una venta ordenada de las propiedades de Tribune, como ha ocurrido con otras operaciones anteriores. Si bien se desconocen sus planes concretos, Zell ha asegurado que piensa mantener a los equipos directivos, que no quiere desmembrar el grupo, y que su único interés es económico, no editorial.
AGENCIAS










