El alcalde de Afrojín, Pedro Alguacil, pedía la semana pasada que el Partido Popular se reuniera con unos vecinos en la Casa de la Cultura. Este pedento se llevo a cabo con la afirmación de regidor de que no cederá el local, ni ningún otro espacio municipal, para realizar reuniones con fines políticos. Pero en contra de sus argumentos, el mismo alcalde se reunió con los vecinos más jóvenes de la mencionada localidad para discutir cuestiones políticas.
Según informaban a PRMadrid fuentes de Partido Popular en Afrojín, la Junta del Gobierno Local tuvo una respuesta negativa ante la petición de los populares de reunirse con los jóvenes del municipio en un espacio público como era la Casa de la Cultura.Esta reunión se celebraba con motivo de la constantes propuestas de los jóvenes, que solicitan una vivienda propia en la localidad de Afrojín, y que sea el Ayuntamiento quien ofrezca au apoyo para la construcción de estas viviendas quie cada vez son menos asequibles para los jóvenes.
El Ayuntamiento de Afrojín podría prestar esta ayuda a la juventud a través de cooperativas o fórmulas afines que permitan que las viviendas se compren a un precio asequible y al alcance de los jóvenes ajofrineros.
La negativa parte del Ayuntamiento de permitir reunirse a la oposición con los solicitantes de la ayuda, surgió de la decisión de la Junta de Gobierno Local de no ceder la Casa de la Cultura ‘a ningún grupo político o asociación política para realizar ningún tipo de acto político’.
El Partido Popular de Ajofrín, considera inconcebible que el alcalde del municipio, Pedro Alguacil, niegue al PP y a unos vecinos del municipio el uso de un local público, que es de todos los ajofrineros, cuando el regidor municipal celebró pocos días antes un acto en la Casa de la Cultura con los mismos jóvenes con los que iban a reunirse los populares y con el mismo fin.
Los Populares indicaban a PRMadrid su indignación y su lamento ante los comtamientos antidemocráticos del PSOE, que utilizan los bienes que son de todos los ajofrineros para servir a sus fines particulares y sin tarles si perjudican con ellos o no a los ciudadanos a los que deberían representar y cuyos intereses deberían defender enca de cualquier otra cosa.
