El alcalde Alberto Ruíz Gallardón inaugura una exposición que muestra los hallazgos arqueológicos que han dejado al descubierto las obras de la M30. Han surgido numerosos descubrientos geológicos.
El alcalde Alberto Ruiz Gallardón inaugura una exposición que muestra los hallazgos arqueológicos que han dejado al descubierto las obras de la m30.
La exposición es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento, la Comunidad y la Empresa Municipal Madrid Calle 30 que responde al compromiso adquirido las instituciones local y regional de divulgar el resultado de las intervenciones arqueológicas realizadas con motivos de la reforma de la M30 arqueólogos y geólogos.
Mejoras medioambientales, para la movilidad, aumento de la calidad de vida de los vecinos… A todas esas razones que subyacen en el origen de la remodelación de la M30, se suma ahora otra, tal vez menos conocida, pero de gran trascendencia para la historia de la Ciudad de Madrid: la capacidad de revelar aspectos trascendentes de su pasado. El alcalde, Alberto RuizGallardón, ha inaugurado hoy en el Museo de los Orígenes de Madrid (Casa de San Isidro) la muestra ‘M30, un viaje al pasado’, que recoge los hallazgos encontrados con motivo de las obras.
La exposición es fruto de la colaboración entre el CAyuntamiento, la Comunidad y la Empresa Municipal Madrid Calle 30 y responde al compromiso adquirido las instituciones local y regional de divulgar el resultado de las intervenciones arqueológicas realizadas con motivos de la reforma de la M30 los arqueólogos y geólogos de la Dirección General de Patronio Histórico de la Comunidad. La financiación de los cerca de 260.000 euros que ha costado ha corrido a cargo de ambas instituciones y, en su mayor parte, de los adjudicatarios de las obras.
Los trabajos han procionado gran variedad de hallazgos, desde el Mioceno Medio hasta la actualidad. ‘También es muy relevante explicó RuizGallardón la información geológica atada la obra, pues ha permitido explorar depósitos situados a gran profundidad y hasta ahora desconocidos, como es el caso de los pozos de acceso a la tuneladora’.
La exposición, inaugurada hoy, propone un recorrido la Historia de Madrid tomando como eje conductor su río, el núcleo generador del poblamiento de Madrid y cuyas riberas constituyen un yaciento arqueológico y paleontológico que abarca desde el Terciario hasta nuestros días. Por ese motivo en 1993 fue declarada Zona Arqueológica la Comunidad para otorgarle la máxa protección legal.
Ese recorrido se vertebra en cuatro unidades en las que se puede seguir la evolución del río junto a su uso las distintas culturas que habitaron la región desde la Prehistoria.
Junto a los hallazgos principales, en la prera unidad se muestra el aspecto de Madrid a lo largo del tiempo, partiendo desde hace 16 millones de años. La segunda unidad lleva a las márgenes de un joven Manzanares que empezó a ser frecuentado homínidos hace 300.000 años.
Los materiales recuperados ilustran todas las fases culturales de la Prehistoria, desde el Paleolítico inferior hasta la Edad del Hierro, en ocasiones con un extraordinario valor científico. En la tercera unidad, varios yacientos de época romana –una villa junto al puente de Segovia–, visigoda y medieval –cerámicas islámicas y cristianas, y restos de los puentes de Toledo y Segovia– acercan al desarrollo de Madrid previo al estableciento, ya en la Edad Moderna, de la capitalidad de España.
Capítulo especial es el de la recuperación de los puentes antiguos –Segovia, Toledo, Puente Verde y Pontón de San Isidro–, cuyo estudio abre un campo de trabajo prometedor. También tienen sitio en la muestra el Real Canal del Manzanares, del que llegó a excavarse la cabecera, los lavaderos existentes junto al río, e incluso restos de la Guerra Civil.
‘El Manzanares, a pesar del histórico desdén con que ha sido tratado –recordó el alcalde ha desempeñado el papel que otros grandes ríos cumplieron en otras ciudades: generador de urbanismo, abastecedor de agua y marco de tantes proyectos como hoy cuando ya se perfila un gran parque de un millón de metros cuadrados’.









