El ex director general de la Policía y actual diputado europeo en las listas del Partido Popular, Agustín Díaz de Mera ha reavivado sí solo la guerra de los medios. En un episodio que parece no tener fin y en el que mientras tengamos juicio del 11M, los medios seguirán teniendo temas de enfrentamiento, el popular ha recibido palos y alabanzas igual después de revelar sus fuentes que supuestamente vinculaban el terrorismo etarra y el islamismo radical. El Mundo le defiende, mientras que El País la critica con fuerza. El ex director general de la Policía y actual diputado europeo en las listas del Partido Popular, Agustín Díaz de Mera ha reavivado sí solo la guerra de los medios. En un episodio que parece no tener fin y en el que mientras tengamos juicio del 11M, los medios seguirán teniendo temas de enfrentamiento, el popular ha recibido palos y alabanzas igual después de revelar sus fuentes que supuestamente vinculaban el terrorismo etarra y el Islamismo radical. El Mundo le defiende, mientras que el País la critica con fuerza.
En su principal editorial de esta mañana El País arremete duramente contra el ex director general de la Policía y actual diputado europeo en las listas del Partido Popular, Agustín Díaz de Mera. El diario de Polanco que ha vuelto a entrar a la guerra de los medios después de semana santa arremetiendo con dos fuertes retajes contra las informaciones de El Mundo, señala que la declaración de Díaz de Mera era una de las últas bazas para seguir manteniendo la plicación de eta en los atentados.
El diario continúa señalando que ‘el ex alto funcionario trató de jugar la baza a favor de los medios de comunicación que han alentado esta especulación sensacionalista y de su propio partido, pero tropezó con el Estado de derecho’. ‘Un jefe de Policía no tiene fuentes: tiene información, y su deber es ponerla a disposición del tribunal que se la requiere en calidad de testigo. Y si fuera información clasificada, correspondería al Gobierno tomar la decisión de entregarla o no al tribunal’, continúan señalando.
‘En su carta al juez, Díaz de Mera asegura que hasta el pasado septiembre ignoraba que el informe sobre el que se ha pretendido construir la especulación sobre la plicación etarra en el 11M y que él mismo presentó entonces como una pricia informativa en la emisora de la Conferencia Episcopal se encontraba ya incorado al sumario… ‘Pero conviene despejar todas las dudas: el informe no sólo se encontraba a disposición de cualquier ciudadano que hubiese tenido la curiosidad de consultar el sumario una vez que se hizo público, sino que, otra parte, dice exactamente lo contrario de lo que ha defendido Díaz de Mera, y con él la cúpula dirigente del PP, durante estos tres años de desprecio a las víctas, a los ciudadanos y a las instituciones. Es decir, que no existe ninguna prueba, ni siquiera el más míno indicio, de que eta y los yihadistas estuviesen en connivencia para perpetrar los atentados del 11M’, han concluido.
Por su parte El Mundo sólo señala que ‘en cuanto a la carta de Díaz de Mera, ya dijos en su día que el ex alto cargo policial y ahora eurodiputado del PP tenía la obligación inexcusable –tanto desde el punto de vista legal como ético– de revelar la identidad de su fuente al tribunal. Así lo ha hecho escrito y, lo tanto, ha rectificado su error’.
En su misiva, Díaz de Mera explica que fue el comisario Enrique García Castaño quien le reveló la manipulación del informe policial, pero que este funcionario se niega a corroborar en público lo que le había dicho en privado. ‘Dado que García Castaño niega haber sido la fuente de Díaz de Mera, el tribunal debería realizar un careo entre ambos para intentar esclarecer quién dice la verdad’.
No obstante, donde realmente se centra el interés del diario de Pedrojota es en la declaración de un inspector jefe de la Policía Científica que reveló en su declaración ante el tribunal que se hallaron documentos ‘sobre eta’ bajo los escombros del piso de Leganés, a pesar de que estos pertenecieran a un miembro de la policía que vivía en el piso contiguo. Para Pedrojota esta situación sumada a la declaración de Díaz de Mera ya no se pueden explicar como meras coincidencias dentro del entramado de relaciones entre eta y los islamistas.
‘Sea como fuere, son ya demasiadas las casualidades que se dan en una masacre en la que la persona que pone en contacto a los presuntos autores con los supuestos proveedores de los explosivos es confidente de la UCO, en la que quien vende la dinamita es confidente de la Policía, en la que el jefe del comando está siendo grabado y seguido la UDYCO y en la que al final resulta que los terroristas son vecinos de un agente especializado en la lucha contra eta. Si sumamos todo a otras casualidades, como el robo del coche de eta en el callejón de Trashorras o la coincidencia de fechas entre la caravana de la muerte y el transte de la dinamita de Asturias – no hablar de la sustancia hallada en los focos de los trenes– la hipótesis del azar resulta demasiado increíble como para explicar todos estos hechos’.
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