Esta mañana Kiss FM publicaba numerosos anuncios en prensa para celebrar sus cinco preros años en las ondas. Un lustro en que la radio del controvertido Blas Herrero ha estado marcada el desarrollo del laudo de Onda Cero y los 200 millones pagados al empresario asturiano. Cinco años en que la cadena ha conseguido aceptables resultados de audiencias con un 10% de cuota entre las radio fórmulas y unos 1,2 millones de oyentes, eso sí, al míno coste e inmersa en constantes conflictos laborales de la plantilla con Blas.
Según relatan los cronistas de la época, la historia comienza con la concesión parte del Gobierno de Felipe González de una serie de ‘postes’ FM a Blas Herrero, quien creó con ellas Radio Blanca y posteriormente incoró sus emisoras a otra cadena recién creada, Onda Cero. En sucesivas concesiones distintos Gobiernos, Blas Herrero fue incorando nuevas emisoras, cuyo destino final fue siempre el de la asociación a Onda Cero, aunque con altibajos en la relación de las dos empresas.
Con la compra de Onda Cero parte de Antena 3 en ese momento propiedad de Telefónica, surgió un acuerdo el que éste creó Kiss FM sin desvincular el nuevo proyecto de Onda Cero. La idea era crear una cadena musical ligada a una cadena generalista, a agen y semejanza de la SER y los 40 Principales. El pacto significó que cada año, Herrero recibiría 18 euros más la actualización anual del IPC oyente de Kiss FM que reflejara el Estudio General de Medios (EGM).
Kiss FM logró un éxito tante y en su prer EGM de diciembre de 2002 ya tenía 722.000 oyentes y en enero de 2003 1.059.000. Cuando Telefónica cambió de estrategia y decidió vender sus participaciones en medios de comunicación pactó con el Grupo Planeta la venta de Antena 3 Televisión y, como consecuencia de ello, Onda Cero, cuyas acciones pertenecían a la cadena de televisión.
En la negociación, ambas partes previeron un posible pacto de 69 millones de euros como consecuencia del contrato con Blas Herrero y en esas condiciones se pactó la compra de Antena 3 Planeta. Pero Blas Herrero dijo que las cifras acordadas Telefónica eran muy distintas de sus cálculos. Blas valoraba su indemnización en 300 millones de euros que el laudo dejó en 185 y que los intereses elevaron a 200 millones. Una polémica que además puso en entredicho las cifras del EGM y su sistema de medición.
Finalmente y después de muchas demandas y contrademandas, el laudo se falló a favor de Blas, quien recibió 200 millones el año pasado. Pero la historia de Kiss no sólo ha estado marcada estos líos judiciales, sino que además ha tenido mucha relación con los problemas laborales de Blas y su equipo. Durante todo este tiempo se han multiplicado las demandas despidos procedentes, muchas de las cuales se han resuelto en tribunales.
Esto sin contar la fallida apuesta de Blas la tele. El polémico asturiano se ha presentado a todos los concursos posibles de TDT y sólo ha logrado algunas cosas en Andalucía y Madrid. El problema es que como les hemos contado en muchas ocasiones, Blas no tiene experiencia en tele y su apuesta de realizar una radio con el míno coste y con una programación basada exclusivamente en los hits musicales, difícilmente se puede llevar a cabo en una tele.
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