José Luís de la Serna: ‘Un tumor acorralado’

El 13 de febrero de 2007 se presentaba Comunicación en Oncología, un Manual sobre como transmitir información sobre Cáncer. José Luís de la Serna, subdirector de El Mundo y Editor Jefe del Área de Salud, lo hacía desde el punto de vista de los Medios de Comunicación. Es complicado, nunca es fácil informar sobre Cáncer.

Hoy, en referencia a la retirada temal de María San Gil, presidenta del Partido Popular del País Vasco, un Cáncer de Mama, de la Serna publicaba, como sólo él sabe hacerlo, un artículo en el que, además de dar ános a la política, trasmitía a las más de 16.000 mujeres al año que sufren esta enfermedad, una luz de esperanza de cara al futuro.

Por su interés, tanto en el ámbito comunicativo como en el de Salud, reproducos a continuación lo publicado en El Mundo a día 19 de abril de 2007

Un tumor acorralado

José Luis de la Serna

El cáncer de mama es, probablemente, el paradigma que muestra cómo los avances científicos han ido, poco a poco, acorralando al tumor más frecuente que sufren las mujeres. En todas las áreas en las que la medicina se enfrenta contra esta patología se han logrado avances considerables.

Quizá uno de los más tantes ha sido en el diagnóstico.  El centaje de mujeres que a partir de los 40 años se están realizando mamografías anuales es cada vez mayor y ahora los problemas de la mama los detectan los rayos X mucho antes incluso de que la tasa la palpe la propia mujer o su médico. Por eso, los tumores se suelen ver en sus fases precoces –cuando el volumen aún es pequeño, con lo que las posibilidades de que el problema se encuentre litado y no se haya extendido a los ganglios linfáticos son muy elevadas.

La ciencia ha demostrado, además, que, cuando la lesión no es muy extensa, no hay necesidad de extirpar toda la mama. Así, basta con quitar el tumor para obtener los mismos resultados, o mejores, que los que antes se conseguían con amputaciones mutilantes. No obstante, las féminas  que tengan que perder una mama que el tumor sea algo más grande –y la tumorectomía sple no sea, tanto, lo más aconsejable tampoco deberían preocuparse en exceso. Los cirujanos plásticos están logrando reconstrucciones asombrosas y todas las pacientes pueden recuperar, incluso en el mismo acto quirúrgico en el que se extirpa el pecho, una mama de las mismas características casi que las que tenía la perdida.

Es verdad que los logros que la agen radiológica y el quirófano han conseguido frente al tumor de la mama han sido muy  tantes, pero la misma envergadura tienen ya el papel del laboratorio de patología y la quioterapia. El microscopio prociona una información cada vez más diferenciada y detecta perfiles moleculares de cada caso que orientan de una forma muy específica la terapia. Es el tratamiento personalizado. Con la llegada de los chips genéticos y lo que se ha bautizado como «patología de los sistemas» se podrá –en un futuro no muy lejano– individualizar el pronóstico y la terapia de cada mujer con esta enfermedad como pocos soñaban hace no muchos años. Todo hace pensar que la enfermedad de María San Gil ha sido detectada muy a tiempo. Una vez operada debe ser sometida a tratamiento, claro. Sin embargo, dentro de algunas semanas la presidenta del PP vasco podrá decir con toda propiedad que está curada.