La inmigración se ha convertido en uno de los fenómenos sociales de nuestros días, y como tal, los medios de comunicación se han hecho eco de ello, el problemas ha sido, cómo lo han tratado. Cada día son más los medios dedicados a ellos, periódicos con más de 500.000 lectores semanales, revistas mensuales con casi millón y medio número, programas de televisión emergentes, emisoras que no paran de crecer Ahora la cuestión es establecer unas normas básicas para tratar de manera adecuada este tipo de información. Y ese es uno de los objetivos del Encuentro Miradas compartidas y su Declaración sobre Migraciones y Medios Audiovisuales.
La inmigración, una realidad fundamental en la actualidad, tiene una presencia muy significativa en los medios de comunicación, en los grandes debates sociales y políticos y en la opinión pública. Su influencia en la ha dado lugar, en ocasiones, a un tratamiento inadecuado y alejado de los criterios de los profesionales de la comunicación. La inmigración no es un problema, sino un fenómeno que está cambiando la sociedad, pero los medios aún no se han acostumbrado a tratarlo como tal.
Han sido numerosas las autoridades reguladoras y organizaciones profesionales que se han preocupado de elaborar recomendaciones, pero pocas veces se ha tenido en cuenta la voz y opinión de los protagonistas, los inmigrantes. Por todo ello, se ha celebrado un encuentro en Almería sobre migraciones y medios audiovisuales, titulado Miradas compartidas.
Este encuentro ha concluido con la redacción de una Declaración en la que se constata el mal uso que los medios de comunicación, hacen del fenómeno de la inmigración. La solución, pasa según la declaración ‘partir de la existencia del derecho constitucional de la libertad de expresión, que pide la posición de normas de carácter coercitivo que supongan la aplicación de obligaciones positivas de introducción de determinados contenidos. Sólo deben plantearse medidas de pulso indirecto (autorregulación, códigos deontológicos), que favorezcan comtamientos asumibles libre y voluntariamente los medios’.
Siendo éste uno de los objetivos más tantes de esta convocatoria, los participantes en el Encuentro, convocado el Consejo Audiovisual de Andalucía, el Defensor del Pueblo Andaluz y la Asociación de Periodistas de Almería, han acordado unanidad ‘Recomendar a los medios de comunicación una mejora de la cobertura de la inmigración, tanto en informativos como en otros formatos, que refleje adecuadamente sus problemas y dificultades, y evite la falta de rigor, la manipulación y el sensacionalismo’.
Además, instan a los poderes públicos a que ‘sean rigurosos al abordar los temas de inmigración, alejándose de la instrumentalización política, el dramatismo y, supuesto, evitando crinalizar situaciones. Sus fuentes de información, así como las informaciones que generen, deben ser precisas, detalladas, probadas y contextualizadas’.
En otro orden, también invitan a los inmigrantes a ‘plicarse más en sus relaciones con los medios y los periodistas, haciendo valer su libertad de expresión y exigiendo rigor, igualdad e integración en las informaciones relativas al fenómeno migratorio’. Algo que cada día hacen más, de hecho, los medios de comunicación para inmigrantes han dejado de ser aquellas pequeñas revistas y radios puestas en marcha de forma amateur asociaciones de extranjeros. Periódicos con más de 500.000 lectores semanales, revistas mensuales con casi millón y medio número, programas de televisión emergentes, emisoras que no paran de crecer. Medios en castellano, árabe, chino, rumano, búlgaro. Todos unidos un vínculo común: están dirigidos al colectivo de inmigrantes residentes en España, que ronda ya los cuatro millones de personas.
En total, ya suman 100 los medios dirigidos a inmigrantes en España. Si en el 2002 apenas había una decena de publicaciones, ahora las revistas dirigidas a inmigrantes alcanzan ya las 60 además, hay 25 radios y una quincena de televisiones que incluyen en su parrilla programas para este colectivo. Incluso se ha puesto ya en marcha una Asociación de Medios de Comunicación y Prensa Escrita para Inmigrantes. Además, las difusiones que alcanzan esos medios demuestran que han dejado de ser una anécdota en el panorama de la comunicación en España. Y ese mercado no va a parar de crecer.
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