La fecha del 2 de mayo conmemoraba el levantamiento del pueblo de Madrid contra las tropas napoleónicas invasoras en 1808. Algunos madrileños, la mayoría ignorantes de esta conmemoración, también iniciaron sus propios levantamientos en contra del Gobierno Municipal, que desde hace dos años prohibía el consumo de bebidas alcohólicas en la plaza del 2 de mayo, una plaza que cada año celebraba la fiesta de la Comunidad con conciertos, y permisión del botellón con motivo de las fiestas. Un día después, en el escenario de la batalla urbana, Miguel Sebastián aseguraba que, si ganaba las elecciones, el barrio de Malasaña volverá a gozar de sus fiestas.
Desde que hace dos años algunos festejantes cometieran actos delictivos en contra de las casetas habilitadas para las fiestas, el Gobierno de Alberto Ruíz Gallardón decidió desconvocar el festejo, y pasó de ser una fecha de celebración, a un encuentro en donde se repiten los enfrentamientos entre jóvenes y policías municipales.
El lunes, la batalla urbana se saldó con una veintena de heridos y una docena de detenidos. El alcalde de Madrid manifestaba que se trata de ‘un hecho puntual’ y que fue protagonizado personas que buscan ‘directamente el conflicto’. El martes, la salida del metro de Tribunal reunía cientos de jóvenes convocados para realizar un botellón en la plaza del 2 de mayo, ante la pregunta de cuál era el motivo de la concentración, los jóvenes respondían ‘hemos venido a montarla’. Esa noche se saldó con más de 40 heridos y 8 detenidos.
Tal vez Gallardón acertara con el hecho de que las personas convocadas buscaran directamente el conflicto, pero la afirmación de que se trate de un hecho aislado se pone en duda cuando, dos años consecutivos, el barrio de Malasaña protagoniza, en estas fechas, un despliegue policial desmesurado, expectantes de cualquier indicio de reyerta para dar la orden de cargar.
La fecha del 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid, le sirvió Miguel Sebastián para acercarse a la plaza con el mismo nombre, con todo su despliegue de globos de helio, micrófonos adaptados a las peticiones de los vecinos, y chicos en bicicleta repartiendo la propaganda electoral. Una iniciativa que recorrerá los distritos de Madrid hasta el día 25 de mayo, dos días antes de la selecciones. El 30 de abril Sebastián comenzaba sus mítines a ras del suelo en la Puerta del Sol.
Miguel Sebastián hacía su aparición seguido de un grupo de franceses, en conmemoración a aquél 2 de mayo napoleónico, y haciendo un llamamiento a la hermandad entre España y Francia. Obviando que no se trata de una casualidad, el candidato socialista hizo alusión a los incidentes de esa misma madrugada, afirmando que ‘el alcalde es el culpable de los incidentes de las dos últas noches en Malasaña’.
En el escenario de la batalla urbana, el socialista aseguraba que si ganaba las elecciones, el barrio de Malasaña volverá a gozar de sus fiestas. Sebastián acudió el día después de los incidentes, sabedor de que el barrio estaba disgustado con los sucesos. Los camareros de los bares de la plaza fueron retenidos durante cuatro horas en el estableciento, mandato policial. Los vecinos lloraban los destrozos desde los balcones. Los socialista se presentaron como salvadores el día después de la reyerta.