Javier Moreno está preocupado la marcha de la sección de Economía, una de sus grandes apuestas personales cuando llegó al periódico hace más de un año. Desde su llegada apostó una renovación sustituyendo a Miguel Ángel Noceda Miguel Jénez en la coordinación de la sección. Doce meses después las cosas no están resultando según lo esperado: una salida tante de redactores hacia otras secciones y la pérdida de peso político y periodístico, son sólo algunos de los problemas detectados.
Definitivamente Javier Moreno no está contento con el trabajo de su sección de Economía y se comienza a cuestionar si la llegada de Miguel Jénez fue la mejor decisión. El ex redactor de Cinco Días llegó al diario de Prisa como una de las apuestas personal de Moreno para sustituir a Miguel Ángel Noceda, uno de los históricos de la cabecera de Polanco. Con ello Moreno, quiso dar un golpe de efecto y apostar savia nueva en la coordinación de toda el área económica de El País, que incluye la sección diaria y el suplemento Negocios.
No obstante, doce meses después las cosas no están resultando. En las últas semanas se han producido algunas salidas de redactores hacia otras secciones. Los cambios que han sido más acusados en el suplemento de fin de semana, son interpretadas como la fragmentación de un equipo y fruto de una coordinación que no ha logrado aunar criterios. Moreno quiere formar equipos, ya que considera que esta es la única manera de mejorar el periódico, algo que de momento no ha logrado en Economía.
En el tema periodístico tampoco se ha avanzado mucho. La sección de Economía de El País, respectado en todo el sector, ha perdido fuelle y su valor noticioso está siendo más bien escaso. Históricamente esta sección ha incluido mucho en la vida política, algo que recientemente se está perdiendo. También la salida de nuevos diarios económicos y el despegue de los existentes para no perder el tranco, ha hecho que muchos se dejen de interesar la sección.
Durante este tiempo, la sección de Economía ha intentado seguir la estela de la de El Mundo, que bajo la máxa de politizarlo todo, ha ganado enteros. El problema es que El País ha seguido esta estrategia demasiado ligado a la defensa del Gobierno en temas polémicos como la salida de Conthe o el Caso Endesa. Algo que no ha gustado a los lectores y ha generado tensiones en el equipo.
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