El sector Asegurador se adaptado adecuadamente a las nuevas normativas, lanzando productos que satisfacen las necesidades de los consumidores. Según Unespa, ésa es la clave para que el ramo de Vida haya registrado un creciento interanual del 5,31%. Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), un producto nacido con la reforma del IRPF, ha logrado gestionar 107.786.896 euros desde mediados de febrero. Pero los retos se plantean para Dependencia y los Planes de Previsión Social Empresarial.
Y es que los PIAS, que nacieron el 1 de enero como consecuencia de la últa reforma a
Los resultados son alentadores: hasta marzo, el ahorro gestionado el Seguro de Vida Individual creció un 7,3%, mientras que el Seguro de Vida Colectivo registró una progresión interanual de sus provisiones técnicas del 3,3%. Las perspectivas más prometedoras están en el PIAS, que en el prer trestre sumó 34.655 asegurados, lo que supone la gestión de casi 108 millones de euros en ahorro para la jubilación.
Si bien las pras crecieron un 27,55%, el incremento trestral del ahorro gestionado de 0,85% hace proyectar una creciento anual del 3,4%, lo que según la patronal constata la necesidad de pulsar a nivel nacional un cambio de cultura respecto del ahorro para la jubilación, en el que España se sitúa detrás de otros países europeos. A juicio de la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, la fórmula del ahorro finalista vinculado a rentas vitalicias complementarias está demostrando ser una fórmula adecuada y atractiva.
Otro producto de ahorro para la jubilación, los Planes de Pensiones Asegurados (PPAs), experentaron un creciento interanual de sus provisiones técnicas del 36,1%, acumulando a 31 de diciembre casi 700 millones de euros. Unespa, que ha reorganizado la manera como presenta los datos de este sector para adaptarse a los nuevos productos que han surgido fruto de la reforma a
González de Frutos ha destacado que, ante las buenas perspectivas de los tipos de interés que han vaticinado los analistas, los ahorradores han decidido reubicar sus ahorros, apostando el ahorro a corto plazo. Pero los principales desafíos los plantean tanto los Planes de Previsión Social Empresarial (PPSE) como los Seguros de Dependencia. En el prer caso, los PPSE se perfilan como una alternativa estructuralmente más flexible que los planes de empleo, aunque su desarrollo ha sido pequeño en relación a la masa laboral. El camino a seguir, según la patronal, va el lado de las pequeñas y medianas empresas, que concentran el 80% de la oferta laboral.
Los Seguros de Dependencia, afirmó González de Frutos, carecen de incentivos reales, lo que ‘si no existe demanda para estos productos, es natural que no exista oferta’. A juicio de la patronal la ciudadanía espera que el copago sea asumido en su totalidad el sector público, lo que pone en riesgo el uso ópto de los recursos de las administraciones. Por el contrario, la activación de los Seguros de Dependencia garantizaría la existencia de un ahorro equivalente para garantizar el copago.
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