El uso de los teléfonos móviles mientras conducos produce la distracción del conductor del vehículo, eso la DGT ha incrementado las sanciones para evitar la utilización del móvil en el coche sin un sistema de comunicación adecuado como puede ser el manos libres. ‘Al volante, hablar distrae mucho más que escuchar’ es una de las conclusiones a la que ha llegado un estudio publicado la DGT y en el que se han analizado las interferencias que determinadas actividades mentales, producen en el conductor.
La conclusión del estudio financiado la Dirección General de Tráfico (DGT) y realizado un equipo dirigido Luis Nunes, psicólogo de la DGT, y Miguel Angel Recarte, profesor de Psicología de la Atención de la Universidad Complutense de Madrid, es que se produce una alteración mayor en el conductor que realiza tareas que requieren respuesta que en aquellas que suponen, únicamente, la mera recepción auditiva de la información, de lo que se deduce que es más peligroso hablar que escuchar, ya que en todas las tareas mentales analizadas, excepto en la sple recepción de mensajes, se producen efectos como la dilatación de la pupila (esfuerzo añadido en la atención), concentración de la mirada o aumento de errores en las respuesta, entre otros.
Según el informe, las tareas que requieren respuesta (como hablar con otra persona directamente o a través de los teléfonos móviles) causan mayor distracción que aquéllas que suponen, únicamente, la mera recepción auditiva de la información.
Según ha publicado el periódico digital Expansión, la utilización de estos aparatos tecnológicos no es tan abundante como se debiera, ya que a pesar de que nueve de cada diez conductores lleva el móvil consigo cuando se monta en el automóvil, tan sólo el 14% cuenta con una instalación de manos libres. De este modo, el año pasado se produjeron 2.875 accidentes mortales en las carreteras españolas. De ellos, la distracción fue el factor desencadenante en un 27,7% de los casos.
El estudio se engloba en una amplia investigación para analizar los procesos y tareas mentales que puede realizar un conductor y que interfieren directamente en la conducción, incluye la realización de pruebas con ejercicios de memoria, atención a mensajes grabados, tareas de cálculo,…
En esta ocasión, un lado, se realizaron dichas pruebas de cálculo y memoria a conductores que escuchaban y respondían a los investigadores que les acompañaban en el coche y, otro, a conductores con los que los investigadores se comunicaban a través de un teléfono manos libres instalado en a vehículo, según informaciones de la DGT.
