BOGOTÁ (29/05/07) El líder paramilitar Juan Francisco Prada Máquez, ya desmovilizado y conocidos como ‘Juancho Prada’, ha confesado ser responsable del asesinato del periodista Martí Larrota Duarte, según informa la FLIP. Este es el segundo homicidio confesado un jefe paramilitar desmovilizado o que se encuentra en prisión.
El periodista Larrota ejercía como director de la emisora La Palma Estéreo, en San Alberto, departamento del César, al norte del país. Según informa la Fundación para la Libertad de Prensa, ‘Juancho Prada’ hizo la segunda versión libre ante un Fiscal de la Unidad de Justicia y Paz en Barranquilla. Según señala la organización, el paramilitar estaba cansado de tanta ‘cháchara’, lo que le envió la razón de que dejase de criticarles. Ante la continuidad del periodista en sus declaraciones, ordenó que se le ejecutase, ha afirmado Prada Márquez, quien en el momento del asesinato estaba al mando del frente Héctor Julio Peinado.
Recordemos que el periodista Larrota Duarte fue apuñalado en el pecho el 7 de febrero de 2004 mientras que éste se encontraba en su casa. Sin embargo, a pesar de los intentos de sus compañeros llevarlo al hospital de Aguachica, éste falleció el camino.
La Flip señala que el asesinato del periodista se presentó semanas después de que se negase a pagar dinero a los paramilitares, un dinero que le exigían permitir el funcionamiento de la emisora. El director de la emisora, Larrea, instó días antes que la comunidad se opusiese al chantaje de las Autodefensas Unidad de Colombia, AUC.
Este es el segundo caso reciente en que un jefe paramilitar desmovilizado o en prisión confiesa el homicidio de un periodista el hecho de ser periodista. De hecho, en julio de 2006, Andrés Darío Cervantes, alias El Chiche, manifestó haber asesinado a Efraín Varela, director de la emisora Meridiano 70, en Arauca.
Ante estos casos, la FLIP insta a que estos procesos judiciales terminen con sentencias condenatorias contra los responsables. Igualmente solicita que se investigue también las agresiones y amenazas contra comunicadores que al parecer siguen cometiéndose parte de dichos grupos paramilitares desmovilizados o reorganizados.
