El eczema o dermatitis atópica afecta al 15% de la población general y al 80% de los menores de 14 años, según el dermatólogo Francisco Allegue. El eczema infantil es uno de los principales retos y preocupaciones de la pediatría y la patología dermatológica más frecuente junto con la dermatitis del pañal, que afecta al 75% de los lactantes, y la psoriasis, que puede padecer hasta el 15% de los menores de entre 10 y 15 años.
De origen desconocido, el eczema se manifiesta en forma de inflamación en la piel que, a partir de los dos meses de edad, causa un sarpullido seco, rojo, acompañado generalmente de una picazón intensa. El sarpullido, de tendencia recurrente, puede supurar y formar costras. La patología puede manifestarse hasta la adolescencia.
La dermatitis atópica suele aparecer prero en las mejillas, que se inflaman y secan. Luego puede manifestarse en el cuello o el cuero cabelludo. A medida que el niño crece, los sarpullidos surgen en los codos y detrás de las rodillas, además de muñecas y tobillos. En una fase superior, el eczema desaparece del rostro, pero puede manifestarse detrás de las orejas.
Según Pilar Rivas, experta en higiene infantil y otra de las ponentes de la jornada, ‘puede tratarse de un problema serio, pero en la gran mayoría de los casos disminuye a medida que el niño crece’. Los expertos hablan de una ‘predisposición genética’ a padecer este tipo de patología, vinculada a antecedentes familiares de asma o alergias. Además pueden existir factores inmunológicos –mayor respuesta de anticuerpos sin olvidar las causas ambientales –ácaros, anales, etc., alergias alentarias e infecciones de tipo viral.
Los niños con eczema atópico deben hidratar su piel después del baño, a base de emulsiones humectantes. La higiene diaria se realizará con jabones no perfumados, optando los de glicerina, jabón blanco, cremas o emulsiones acuosas y suaves, y preparados con avena. Además, se deben evitar los baños largos de inmersión y la piel debe ser secada de manera suave. Es posible que la patología tenga que ser tratada con cremas especiales. En este caso, será el dermatólogo el que recete la medicación, de tipo corticoideo, o bien antialérgicos vía oral.