LA HABANA (21/06/07) La salud de los periodistas retenidos durante la conocida Pravera Negra de 2003 declina según transcurren los días, así lo afirman familiares y amigos de ocho periodistas independientes cubanos encarcelados en Cuba, que aseguran que en los últos meses la salud de los reteros ha empeorado debido a las deplorables condiciones. LA HABANA (21/06/07) La salud de los periodistas retenidos durante la oleada de represión conocida como la Pravera Negra de 2003 declina según transcurren los días, así lo afirman familiares y amigos de ocho periodistas independientes cubanos encarcelados en Cuba, que aseguran que en los últos meses la salud de los reteros ha empeorado debido a las deplorables condiciones.
En un comunicado emitido el CPJ, se señala que diversos familiares y amigos de estos periodistas detenidos denuncian esta situación en las cárceles cubanas. Las condiciones deplorables y la insuficiente atención médica provocan que estos enfermos empeoren.
En una entrevista concedida a dicho comité, familiares y amigos describieron una seria de problemas de salud que comprendes desde diabetes y tumores hasta neumonías y cataratas. Y aunque señalan que en algunos casos los periodistas han recibido atención médica, aseguran que ésta es y ha sido insuficiente para tratar estas enfermedades.
Por otro lado, denunciaron las condiciones carcelarias antihigiénicas donde además hace mucho calor, lo que ha provocado que los problemas médicos de los comunicadores hayan empeorado o hayan surgido otros nuevos.
Y es que como bien señala el CPJ, veintitrés de los veinticinco periodistas que actualmente están en prisión, fueron encarcelados durante la oleada de 2003, una represión que fue especialmente encaminada a todos aquellos informadores independientes. Tras una serie de juicios celebrados a puerta cerrada, los informadores fueron sentenciados hasta un total de 28 años de cárcel bajo una serie de acusaciones poco fundamentadas, especialmente bajo putaciones de traición relacionadas con sus labores periodísticas.
La mayoría de estos informadores, según señala el Comité para la protección de los periodistas, trabajaban para agencias de noticias independientes y enviaban sus artículos fax y teléfono a medios o a páginas Web del exterior. Organizaciones como Reteros sin Fronteras o el CPJ han señalado en numerosas ocasiones que Cuba se ha convertido en la segunda cárcel del mundo para periodistas, tras China, y estos datos lo verifican una vez más.
Joel Son, Director Ejecutivo del CPJ, ha señalado que el encarcelamiento de estos ocho periodistas siempre ha sido injusto, pero con el deterioro de su salud es splemente inhumano. Igualmente advirtió que la organización que dirige adjudica toda responsabilidad el bienestar de estos ochos periodistas a las autoridades cubanas e insta al gobierno a liberar de inmediato a todos los periodistas independientes actualmente encarcelados en Cuba.
Estos ocho casos está protagonizados José Gabriel Ramón Castillo, quien se encuentra en la cárcel Boniato de La Habana, en donde según señala su esposa, Blanca Rosa Echavarría, sufre una serie de enfermedades que lo han debilitado gravemente; Normando Hernández González ha sido diagnosticado con enfermedades que le dificultan la alentación, mientras que el mes pasado sufrió además una neumonía. En esta misma situación se encuentran los informadores José luis García Paneque, Omar Ruiz Hernández, Pablo Pacheco Ávila, Pedro Argüelles Morán, Héctor Maseda Gutiérrez y Víctor Rolando Arroyo.
