BOGOTÁ (22/06/07) La política de Uribe en materia de libertad de expresión no está resultando ser tan buena y Colombia continúa entre los preros en lo que agresiones a comunicadores se refiere. Reteros sin Fronteras ha mostrado su preocupación ante la oleada de agresiones a la prensa que tienen lugar en Colombia y los cuales no tienen pinta de disminuir. BOGOTÁ (22/06/07) La política de Uribe en materia de libertad de expresión no está resultando ser tan buena y Colombia continúa entre los preros en lo que agresiones a comunicadores se refiere. Reteros sin Fronteras ha mostrado su preocupación ante la oleada de agresiones a la prensa que tienen lugar en Colombia. Unos ataques procedentes, en su mayoría, de grupos guerrilleros como las FARC, quienes no se han preocupado en desmentir ‘su reputación como predadores’. La punidad contra los delitos y la autocensura siguen protagonizando el panorama colombiano.
Reteros sin Fronteras, en su seguiento de las violaciones y agresiones de los derechos de los informadores ha apreciado un aumento de la violencia contra los periodistas en Colombia, especialmente durante los mese de mayo y junio. A pesar de las numerosas ocasiones en las que ministros, como es el caso del consejero de defensa, Juan Manuel Santos, han afirmado que la política llevada Álvaro Uribe ha disminuido el número de agresiones contra periodistas y ha conllevado el aumento de la libertad de expresión en la el país. Sin embargo, los últos datos demuestran lo contrario. La prensa, tanto nacional como internacional, no deja de publicar una y otra vez constantes amenazas contra los comunicadores colombianos, reflejando así la realidad que muchos quieren tapar.
El grupo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, abreviado como las FARC, reconoce ser el principal protagonista de tales actos. En un artículo publicado RSF, la organización afirma que el grupo guerrillero ‘no desmienten su reputación de predadores de la libertad de prensa’ en las regiones donde permanecen activas. Así mismo afirman que sus amenazas son cada vez ‘más premeditadas y directas’ y que los ‘odiosos métodos’ que emplean no tienen nada que envidiar a los de los paramilitares. Por lo que confirmar que es urgente que se revisen los planes de protección de periodistas, que ligan al Gobierno con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, en el sentido de una mayor eficacia. Por otra parte, condenan ‘sin reservas las agresiones cometidas algunos manifestantes estudiantiles’.
Es cierto que los periodistas han resultado ser los perjudicados en numerosas manifestaciones estudiantiles. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, éstos resultaron heridos casualidad o estar en el lugar menos indicado en el momento menos otuno, es decir, que le podría haber ocurrido a cualquiera. Aunque también es cierto que en otras ocasiones esto no ha sido así y sí que ha sido intencionado.
RSF hace mención al caso del periodista Afranio Franco, quien recibió llamadas telefónicas amenazantes, atribuidas a las FARC. Unas llamadas que se hicieron reales cuando se despertó sobresaltado dos hombres armados que le ordenaron que les diera la cámara que había usado. El comunicador fue secuestrado junto al cámara y le confiscaron todo el material.
En mayo, Rodrigo Callejas, de Fresno Estéreo, también recibió una llamada de un tal Luis Alfredo que afirmaba pertenecer a las FARC. En esta ocasión, éste le amenazó afirmando que se estaba inmiscuyendo en sus cosas y eso iba a morir. Así mismo le confirmó que estaba siendo escuchado y seguido.
Las manifestaciones estudiantes y los enfrentamientos entre éstos y las autoridades policiales han ocasiones igualmente heridos entre los periodistas y comunicadores que cubrían los diversos acontecientos. A veces intencionados y otros no, lo cierto es que ejercer el periodismo en Colombia sigue siendo peligroso, sobre todo en ciertos temas en donde la autocensura y la punidad siguen predominando algunas secciones.
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